INACCIÓN LEGISLATIVA

15 abril, 2012

* Los diputados locales más ocupados por mantener sus privilegios.

No cabe duda que los integrantes de la Cámara de Diputados de Tlaxcala están perdidos en lo que debe ser su trabajo legislativo y que, antes de atender los problemas que afectan directamente a la ciudadanía, están más preocupados por mantener sus privilegios a través del ejercicio de la política.

Prueba de ello, es que, en la misma semana, representantes de las comisiones de agua potable de los municipios de Tlaxcala, Huamantla y Calpulalpan presentan una propuesta conjunta para la reforma del artículo 36 de la Ley de Aguas para el estado de Tlaxcala; y por el otro.

En contraparte, el presidente de de la comisión de Puntos Constitucionales, Gobernación, Justicia y Asuntos Políticos del congreso local, Silvestre Velázquez Guevara, solicitó a sus homólogos separar las cuestiones políticas del trabajo legislativo.

Así estamos en Tlaxcala; contamos con un Poder Legislativo que, ante las deficientes muestras del ejercicio legislativo, al interior de la tribuna más alta del estado se preocupan más por discusiones banales e intrascendentes para la población.

Ya han sido numerosas las evidencias que se han presentado (a nivel mundial, nacional y local), para exponer la gravedad en que podemos vivir en lo mediano plazo de no tomar las medidas necesarias para regular la explotación y aprovechamiento de agua potable, y, paradójicamente nuestros legisladores tienen una agenda muy diferente de la que exigen las condiciones sociales y políticas que imperan en la entidad.

Hoy, como nunca, se hace necesario que el Poder Legislativo asuma un papel más cercano con las necesidades de una sociedad que ha ido cambiando drásticamente en los últimos años y eso implica que cada uno de los diputados realice visitas a su respectivo  distrito, con sectores y ciudadanos, para recuperar el verdadero sentir de la población.

Es difícil encontrar registros periodísticos en los que se manifieste que los diputados locales han regresado a sus respectivas circunscripciones para retomar el pulso ciudadano; de ahí que, por ejemplo, los aspirantes a un escaño en el Congreso de la Unión, aprovechen para ofrecer el oro y el moro, frente a un descuido de los diputados tlaxcaltecas.

Pero sobre todo, es ineludible que los legisladores hagan su trabajo legislativo y que, pese a la existencia de diversos proyectos, como la Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres o el Código de Procedimientos Penales para el Estado de Tlaxcala, el trabajo legislativo esté centrado en los aspectos de la vida cotidiana que aún no están regulados y que se convierten, prácticamente, en potenciales factores de problemas sociales.

Ahí, están por ejemplo, la necesidad de normar la operación de los llamados mototaxis que, frente a los problemas de contaminación y espacio, que se ha visto en Tlaxcala, esa se convertiría en una opción práctica y eficiente; particularmente porque se ha permitido que las agrupaciones de transportistas se sientan amos y señores de calles y carreteras tlaxcaltecas.

Existe una gran cantidad de asuntos que requieren urgente atención legislativa, como para que nuestros diputados se pierdan en exhortos que, en términos éticos, no tendrían por qué estar discutiéndose en estos momentos.

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