14 abril, 2012
Por la REDACCIÓN
En el marco de la exposición documental titulada “Vitrina del mes de abril”, el Museo de la Memoria exhibe la investigación titulada “La educación, los niños y las haciendas en Tlaxcala durante 1926”, efectuada por la historiadora María del Carmen de la Rosa Saavedra.
En esta colección se muestran documentos históricos en los que se explica que la Constitución Política de México de 1917, en su artículo 123, fracción XII, así como el artículo séptimo de la Ley de Educación Primaria para el Estado de Tlaxcala, otorgaron garantías a favor de los peones y obreros de esa época para que realizaran estudios básicos.
Esas normativas determinaron que era obligación de los propietarios de las haciendas y fábricas establecer escuelas destinadas al servicio educativo de los niños; no obstante, estas disposiciones fueron ignoradas por la mayoría de los patrones.
En razón de ello, en 1926 las autoridades educativas en el Estado realizaron un gran esfuerzo por vigilar el cumplimiento de estas disposiciones; la tarea fue asignada a los inspectores de zona, quienes efectuaron recorridos por las haciendas con el fin de levantar un padrón de las escuelas e informar al Gobernador en turno, sobre las condiciones en las que se encontraban.
Los reportes señalaban que la mayoría de los hacendados no respetaron el precepto constitucional, y se escudaban en los siguientes argumentos: escasos recursos económicos derivados de los estragos de movimientos armados y por malas cosechas; los peones eran semaneros y no acasillados, además de que la extensión de sus haciendas y el reducido número de niños no ameritaba el establecimiento de una escuela, entre otros.
Estos casos fueron sancionados por las autoridades del Estado a través de multas, como a la que se hizo acreedora la hacienda de Coapexco, del municipio de Tlaxco, por la cantidad de 500 pesos y por incumplimiento de este pago, le embargaron su tinacal.
En otras ocasiones, para evitar reprimendas prefirieron asociarse entre dos o tres fincas para abrir una sola escuela, arguyendo la corta distancia entre ellas y con la ventaja de solventar los gastos, como lo hizo el dueño de los ranchos El Potrero y Toltecapa, con el patrón de la finca de Metla del mismo municipio.
Algunas haciendas fueron la excepción, como la del Balcón, ubicada en Huamantla, que a través de un plano comprobó el funcionamiento de su escuela. Sin embargo, la mayoría de los centros de estudio fueron improvisados en espacios inapropiados, carentes de materiales de trabajo y mobiliario.
Los documentos son testimonio de que la educación que garantizaba la Constitución y la Ley de Educación Primaria de Tlaxcala, fue letra muerta por el constante incumplimiento de la creación de escuelas y una realidad constante hasta 1934, año determinante para la instauración de los centros escolares.
Esta muestra documental se exhibe en el Museo de la Memoria, ubicado en Avenida Juárez, número tres, en el centro de la ciudad de Tlaxcala. Los visitantes podrán apreciarla gratuitamente de lunes a domingo, de 10 de la mañana a cinco de la tarde, hasta el 30 de abril de este año.