02 abril, 2012
Escribe ALEXIA BARRIOS G.
Otra aparente mala racha para Josefina Vázquez Mota. O si se trata de actos premeditados de su equipo de campaña, encabezados por Antonio Solá, de autosabotajes y victimizaciones, les puede salir el tiro por la culata, pues hasta su propia encuestadora, la inverosímil GEA-ISA, dice que ahora sí va hacia abajo en las preferencias.
Y es que para nadie es un secreto el mal semblante físico, evidente a todas luces, de la candidata presidencial del PAN, facilitó que ayer fluyera con rapidez la noticia de que habría sufrido el principio de un desfallecimiento.
En las últimas semanas en las redes sociales el tema de las crisis de la #OpJosefina ha estado muy presente, generando una “reputación” negativa de @JosefinaVM en internet en todos los niveles por la fuerza del hastag #MeDesmayoComoJosefina.
Las columnas y trascendidos de medios afines a la candidatura de JVM –léase de manera especial a Ciro Gómez en Milenio— en estos días han destacado una crisis en la planificación de la campaña, de que en el 2006 Felipe Calderón a estas alturas ya había cambiado al coordinador de campaña por ineficaz y que veían a Vázquez Mota muy mal y que pondría en riesgo el triunfo de su partido.
Algo no me late de la forma en que están enfermando a Josefina Vázquez Mota. He repasado el escenario situacional de 1994 y algo parecido estaba ocurriendo en otra trinchera. ¿Cómo hacer para que levante la candidatura que está cayendo y no despierta ninguna pasión?
Aunque JVM lo ha negado, hay evidencias de testimonios y fotos que prueban lo contrario, Antonio Solá no sólo es “un asesor”, es “el consultor” de la campaña y el responsable directo de los aciertos y errores de la campaña presidencial panista. Ahí puede estar la clave de lo que estaría preparándose para que JVM levante el vuelo.
Por ello, voy a citar al propio Antonio Solá, que el año 2010, expuso algunas líneas sobre cómo debe ser una campaña y cómo dirigirla. (http://www.iuog.com.ar/eventos-novedades/organizacion-estrategias-las-campanas-electorales)
En un curso que ofreció en Argentina, Solá diferenció entre el asesor y el consultor político. El primero, apuntó, “sólo aconseja al candidato”, y luego remarcó, “el segundo, además, resuelve aquello sobre lo que su cliente pide ayuda. Existen varios niveles de actuación: la asesoría puntual, sólo utilizada para orientar en cuestiones particulares, la principal, para apoyar en toda la campaña junto al aparato del partido, y finalmente el take over, cuando el asesor tiene control incluso sobre la organización partidaria en lo referente a la comunicación”.
Antonio Solá es asesor y consultor de Josefina Vázquez Mota, expuso a sus alumnos que “el consultor político debe conocer el terreno en el que se va a disputar la elección, la cultura política de los votantes, así como el entramado social donde va a moverse, y a partir de entonces organizar su equipo, determinar las estrategias, asesorar exhaustivamente al candidato e implementar su planificación”.
“El trabajo del asesor consiste en movilizar masas de opinión crítica hacia un sentido u otro. Para ello, deben activarse circuitos emocionales en la mente humana. Los seres humanos no siguen fundamentos racionales en política, sino que se decantan por quienes consiguen despertar lazos sentimentales, valiéndose usualmente de cuatro conceptos sin importar la sociedad a la que pertenezca el auditorio: miedo, esperanza, liderazgo y valores”, remató Antonio Solá ante su auditorio.
Y advirtió Sola, “aquellos candidatos que los utilicen adecuadamente lograrán traspasar las ideas del músculo del cerebro al músculo del brazo, y reunir en torno suyo a la población.”
Bajo estos preceptos, hay que leer con cuidado dos mensajes de JVM: que está bien de salud y sus reiterados anuncios de que impulsará un “gobierno de coalición”, una idea que promovieron los que fueron derrotados en las contiendas internas del PRI y de las izquierdas, o sea, Manlio Fabio Beltrones y Marcelo Ebrard, a quienes se ha visto con un perfil demasiado bajo.
La “repentina” y “milagrosa” recuperación de la salud de Josefina –como ocurrió con Cristina Kirchner— podría ir acompañada de mensajes donde se llame a cerrar filas contra el regreso del PRI, aprovechando no sólo el voto de los derrotados del PRI y las izquierdas sino los “decepcionados” de otras candidaturas.
Ahora que si en realidad JVM está enferma, si su semblante y debilidad física evidentes la tienen al borde de un shock superior a su salud y capacidad de recuperación, el PAN y Felipe Calderón estarían pensando muy seriamente en la ruta de la sustitución, un movimiento de altísimo riesgo, pero conocimiento la desesperación de los involucrados, no se dudaría en que lo quieran correr.
APOSTILLAS: Corre rápidamente un video muy bien montado y armado con mensajes muy moralistas: “Pepe El Toro vs EPN”, que si mi intuición no falla lo elaboró el equipo de JVM con el fin de desprestigiar al candidato del PRI: http://www.youtube.com/watch?v=B6Sa7_i-Ku0 . Pero si vemos su efecto, diríamos que en lugar de ayudar a Josefina impulsa a AMLO porque todavía queda en el recuerdo que a raíz del desafuero hubo muchos que gritaron “PEJE el Toro es Inocente”.
alexiabarriossendero@gmail.com