UNA ESPIRAL DE SILENCIO

12 marzo, 2012

Escribe SAMANTHA CONDE

Hoy en día los medios de comunicación masivos han generado que gran parte de la población mexicana tenga una visión errónea de la vida cotidiana, de nosotros mismos y del futuro de nuestra nación; en la actualidad son las redes televisoras y radiofónicas quienes acceden permanentemente a la mente de los mexicanos y les informan o maleducan sobre la conducta a seguir en la sociedad contemporánea que nos corresponde vivir.

La televisión ha hecho el papel de niñera para los pequeños, ya que estos definen su “carácter” dependiendo del contenido de los programas televisivos; regularmente el mensaje que se transmite es reaccionar con ira ante las provocaciones de agresividad, insultos y ofensas para difundir el miedo y sentir un poco de poder.

Actualmente la televisión es uno de los adelantos tecnológicos más grandes de este siglo y ha influido en el comportamiento humano, comportamiento que preocupa pues las generaciones contemporáneas cada vez más adoptan modos de influencia nociva que fomentan la violencia y el aislamiento social.

La televisión es una fuente muy importante de noticias, de información educativa y de entretenimiento para innumerables familias, por lo que debería enriquecer la vida familiar y acrecentar su cultura, unir más a sus miembros y promover su solidaridad hacia las personas, pues es el medio más rápido (junto con la radio y las redes sociales) para transmitir ideas.

Pero, por desgracia, se aparta de ese gran servicio del bien común, pues difunde mensajes distorsionados e información manipulada, transmitiendo mensajes que exaltan a las sociedades debido a sus contenidos. Al final se termina hablando, reaccionando y viviendo según los modelos que propone la televisión.

Los medios en México se transformaron en un medio que influye directamente en la dirección del país ya que poseen muy poca credibilidad; la capacidad persuasiva y seductora de los medios han construido nuevos valores basadas en estrategias de mercado a partir del “rating” sin importar el contenido de sus programas.

Al estar cada vez más cerca de los mass media, como la televisión o las redes sociales, nosotros como individuos nos alejamos cada vez más de nuestros familiares o amigos; el hecho de conocer a más personas o convivir todos los día en las pequeñas sociedades del sistema, no quiere decir que no nos encontramos solos, pues a pesar de la compañía permanecemos en un estado de completo aislamiento.

Los audífonos y las imágenes multimedia nos alejan de la realidad y nos permiten estar en el espacio, pero no en el tiempo.

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