09 marzo, 2012
* Debe haber una limpia en la policía de Chiautempan; vaya irresponsabilidad del alcalde.
Cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), difundió la noticia de que del primer regidor de Teolocholco, Rafael Hernández Águila y el director de la policía municipal de Chiautempan, Antonio Solano Morales habían sido detenidos por plagio, sin duda, causó un impacto negativo en la sociedad.
En el primer caso obligará al Congreso del Estado, a poner cartas en el asunto con respecto al regidor que presuntamente lo acusan de secuestro y en el segundo aspecto, obliga al alcalde de Chiautempan, Miguel Meneses Barbosa a hacer una limpia dentro de esa corporación.
Y es que las preguntas podrían ser muchas pero en el caso del director de la Policía Municipal y del presunto elemento de seguridad coludido obligan a hacer una revisión no sólo en Chiautempan sino en todos los 60 municipios del estado.
De nada sirve que firmen convenios para acceder a recursos del programa de Subsidio para la Seguridad Pública Municipal (Subsemun), si en el interior de las corporaciones policiacas hay presuntos delincuentes, asesinos y ahora hasta secuestradores.
Hasta cuándo la sociedad tlaxcalteca podrá contar con un verdadero sistema de seguridad; hasta cuándo el gobernador, los diputados locales y los alcaldes se pondrán de acuerdo para adoptar estrategias que blinden las corporaciones policiacas.
Es inaudito que el alcalde de Chiautempan, Miguel Meneses Barbosa señale que “sólo se contrató por su currículum y por su experiencia” al presunto plagiario.
Esto constituye un acto de irresponsabilidad por parte del presidente municipal porque simplemente debió de corroborar ante el Sistema Nacional de Seguridad Pública, el desempeño y trayectoria de Antonio Solano.
El propio edil priísta demostró ignorancia en cuanto a los protocolos que impone la propia ley para la contratación de directores, jefes de mando y policías, por lo que debe ser llamado a cuentas.
Lo anterior generó que Antonio Solano planeara presuntamente un secuestro, y que una familia viviera el fantasma del plagio. Ahora se exhibe el grado de descomposición que presenta la policía de Chiautempan.
Uno se pregunta: ¿En manos de quién está y estaba la sociedad chiautempense? ¿Hubo más víctimas? ¿Cuál es el sentir de los chiautempenses? ¿Un regidor secuestrador?
Llama la atención lo que un twittero escribió en el portal de ÍNDICEMEDIA: @Abogado WTF!!… Por eso digo que los regidores tienen demasiado poder: DETIENEN A FUNCIONARIOS POR SECUESTRO.
Y Garganta Profunda agrega que no sólo los regidores sino uno que otro presidente de comunidad . A uno de ellos, lo acusan por violar a una menor de edad y no pasó nada en la PGJE..
¿En manos de quién estamos?…
A principios de esta administración se desató un escándalo porque el gobernador del estado, Mariano González Zarur, incluyó dentro de su gabinete al polémico general de división, Valentín Romano López.
Al militar de origen tlaxcalteca se le ha vinculado por tener presuntos nexos con la delincuencia organizada. Durante su estancia no pudo controlar diversos delitos, principalmente, los asaltos por lo que meses después fue cesado del cargo.
Además, es criticable que dos corporaciones policiacas -Huamantla y Apizaco- hayan difundido públicamente y por separado la presunta captura de plagiarios cuando no lo eran.
Y es que la PGJE determinó -en el año pasado- que jamás hubo intento de secuestro y que sólo eran ladrones que planearon cometer robos en dos actos distintos, dos historias distintas.
¿En manos de quién estamos?
Basta recordar que en la época en que gobernó José Antonio Álvarez Lima comenzaron a aparecer con frecuencia los secuestros.
En la gestión de Alfonso Sánchez Anaya, florecieron y Tlaxcala ocupó, desgraciadamente, uno de los primeros lugares por dicha actividad a nivel nacional.
Con Héctor Ortiz Ortiz, se detuvieron a unos presuntos “Zetas” sobre la carretera Tlaxcala-Apizaco, a la altura de la “Y” Griega que intentaron plagiar a un empresario.
Además, se dijo que el anterior gobierno se dedicó a maquillar cifras en torno a secuestros. Lo cierto es que una menor de edad, Itzel N. fue privada de su libertad en el año de 2009 y muerta por su captor.
Del cuerpo la niña lo siguen buscando elementos de la Secretaría de Mariana, en la presa de Mariano Matamoros de Ixtacuixtla, que es donde su presunto secuestrador afirmó que tiró el cuerpo.
Y cuando la autoridad no escucha a un pueblo harto de vejaciones por parte de mandos la misma sociedad se pregunta… ¿En manos de quién estamos?
Lo peor del caso sería que por falta de elementos el regidor de Teolocholco y el director de la Policía de Chiautempan, salgan libres.
Y si alguien tiene duda que investigue cuántos acusados de secuestro han sido liberados en los últimos años en Tlaxcala porque en la PGJE no integró debidamente las averiguaciones previas. ¿En manos de quién estamos?…