DIÁLOGO

30 marzo, 2012

Escribe EDGAR R. CONDE CARMONA

(edgarconde@indicemedia.com.mx / twitter@su_excelencia)

Bien lo dijo uno de los integrantes del Ayuntamiento de Huamantla durante la XV Sesión Extraordinaria de Cabildo de ese municipio: “no entremos en este guerra de declaraciones, porque lo único que vamos a hacer es crear más incertidumbre hacia la población”.

Lo que se requiere para calmar las aguas tensas y difíciles al interior de ese cuerpo colegiado es que haya diálogo, consensuado, responsable, político.

Es deprimente escuchar el podcast publicado este jueves a través del portal www.indicemedia.com.mx, que da cuenta de unos minutos de la sesión en la que se calentaron los ánimos y en la que 37 de los 49 integrantes de la comuna huamantleca exigen cuentas al presidente Carlos Ixtlapale Gómez.

Pero como se escucha en la evidencia (publicada en el espacio “Hoguera de Pasiones”), no hay diálogo, sino monólogos, aislados, dispares… irrespetuosos. Y por lo que se aprecia, difícilmente habrá diálogo, al menos en el corto plazo.

Y cómo va a haber diálogo si mientras la mayoría del ayuntamiento pide la revisión del desempeño de algunos funcionarios municipales, el alcalde reclama que la petición del cuerpo colegiado consiste en la baja completa de diferentes áreas; los inconformes sólo señalan:

“Hay pruebas y tenemos pruebas y constan, en donde incluso hay gente que de ellos pueden ser hasta denunciados y algunos van a ser denunciados por particulares…”

No habrá diálogo si, como se escucha en la grabación, los integrantes de ese cuerpo colegiado quieren revisar el desempeño de algunos funcionarios, “porque existen pruebas”, y el alcalde se queja de un amago de “como dicen por ahí los famosos cabildazos y en el cabildazo incrementarnos nuestro sueldo, y en el cabildazo volverles a bajar el sueldo al personal de confianza…”

Menos habrá diálogo cuando uno de los integrantes de la comuna señala que “no sabe leer el señor presidente” y el aludido contesta: “y le enseño a leer si quiere”.

Todavía es más irrisoria la posibilidad de un diálogo, cuando los integrantes del ayuntamiento, inconformes, solicitan una sesión extraordinaria de cabildo y el alcalde invita al personal a su cargo.

Lejano es el diálogo, cuando los presidentes de comunidad cuestionan al presidente: “¿tiene qué tiempo que no ha hecho reuniones de cabildo?” Especialmente porque se remiten al artículo 35 de la Ley Municipal del Estado de Tlaxcala, en el que se establece que las sesiones de cabildo deben darse por lo menos cada quince días.

El diálogo es imposible cuando los mismo quejosos señalan: “porque cuando se le dice que ahora sí vamos a entrar en materia, y que ahora sí se deben hacer las cosas con claridad, porque ya vimos que aún dándole el respaldo, hace y deshace y hay muchas malas cuentas, ahora sí empieza a contraatacar de otra manera”.

Ese diálogo, tan necesario, es difícil de alcanzar, cuando los mismos funcionarios (que no tienen ni voz ni voto al interior del Cabildo), enfrentan y denuestan el trabajo de los presidentes de comunidad en una sesión de cabildo.

Y se antoja que no habrá diálogo, porque lo dibujó perfectamente uno de los miembros del Ayuntamiento: “habrá cosas ríspidas que tratar (…); las pruebas están; si tú quieres que las podamos exhibir, o podamos exhibir a algunas gentes (sic) delante de todos, pues ya es cuestión tuya, presidente”.

No hay ni cómo darle vuelta a la hoja, si en esa sesión, queda dibujada la situación política del municipio: “hay instancias, las instancias ya las recorrimos una vez; hay un apercibimiento ya por parte del Congreso (…) queremos tener el diálogo directo contigo”.

Pero el diálogo llegará, únicamente cuando las partes en conflicto tengan la voluntad política de lograrlo. De otra manera, seguirá siendo una lucha de sordos.

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