24 febrero, 2012
Escribe DONATELLA DE JUIR
Estoy al borde del desmayo. En mi vida he visto tanta ineptitud como en la administración del Pueblo Mágico de Huamantla, que se cae a pedazos ante la falta de liderazgo y ante la incapacidad de gobernar un municipio.
¡No sé a dónde vamos a parar con una autoridad municipal endeble, pusilánime, desobligada!…
No puedo dejar de hablar lo que apenas hace dos días ocurrió en este municipio, luego de que tianguistas provocaron, por lo menos durante siete horas, un caos vial que me hizo sentir los odiados plantones de la ciudad de México, que provocan que se formen interminables estacionamientos en las vías más importantes y paralizan por completo la ciudad.
Fuego Abrasador
Pero si supiera, usted, estimad@ lector@, que todo este problema pudo evitarse, estaría usted como yo, al punto del desmayo. Sobre todo si nos remitimos a la historia, breve y reciente, de la reubicación del tianguis fuera de las calles del centro de la ciudad.
Tan sólo hace dos semanas, todos los comerciantes asumieron su parte y se trasladaron “sin decir pío” (solía decir mi abuela), al recinto ferial donde empezaron a realizar su actividad sin mayor problema.
El meollo del asunto surgió cuando los tianguistas originarios de Huamantla se percataron que los “brillantes funcionarios” municipales privilegiaron a los comerciantes “foráneos” con más espacios o con lugares estratégicos.
Frente a esa inconformidad, los responsables del área cerraron los oídos e ignoraron los reclamos, que provocaron airadas protestas.
Brasas
Frente al silencio de los subordinados, una comisión de comerciantes organizó la semana pasada, un plantón frente a las instalaciones de la presidencia municipal, para exigir una entrevista con el alcalde, como lo señaló mi compañero Manuel Adame, en este mismo espacio.
Pues resulta que no hubo autoridad responsable que atendiera a los quejosos, y éstos, sintiéndose agraviados, ignorados, ninguneados, pues hicieron lo que sería lógico en estos casos: levantar la voz para ser escuchados.
Y levantaron la voz muy alta, tanto que en medios locales, regionales y nacionales, el otrora Pueblo Mágico, adquirió el mote de “Pueblo Trágico”, donde alrededor de 700 manifestantes lograron paralizar la circulación vehicular de una de las vías más importantes de nuestro país.
Tizones
Lo que en realidad da coraje, es que nuestro alcalde, en lugar de solucionar los problemas del municipio, se daba la gran vida en el carnaval más alegre de México, en el puerto de Veracruz –muy probablemente a costa del erario municipal–, según lo confirmó y luego lo consignó el Diario Reforma.
Es, con estas actitudes, que una llega a pensar lo mismo que alguna vez dijo Nelson Vargas al reclamar a las autoridades los altos índices de violencia: “si no pueden con el trabajo, mejor renuncien”.
Vistos los resultados mostrados frente a este conflicto, la única manera de salvar la poca honra que le queda a nuestro munícipe es la dimisión, pues con todo lo que se ha aguantado el pueblo de Huamantla, se está generando un ambiente de alta tensión en el municipio que, de seguir las cosas, puede explotar de manera inesperada y con resultados insospechados.
Los ánimos se crisparon porque desde las primeras horas del día “debido a que no se presentó ninguna autoridad municipal, como exigían los comerciantes, éstos comenzaron por ocupar el bulevar Luis Donaldo Colosio con sus camionetas cargadas de mercancía y, minutos después, se desplazaron rumbo a la alcaldía”, según relata un diario estatal.
Rescoldos
Desgraciadamente, los colaboradores (¿?) del munícipe, abonan el terreno para incendiar aún más los ánimos de un pueblo que está como reza el dicho que tanto me recuerda mi santa madre: “tanto va el cántaro al río, hasta que se rompe”.
Vea usted si no, que el secretario de la comuna, Bernardo López Nieto, minimizó, la víspera de los escandalosos y vergonzosos hechos, que las demandas de los comerciantes sólo era una petición de menos de cien comerciantes.
Según lo publicado por El Sol de Tlaxcala, desde la óptica del funcionario el problema no significaba problema alguno: “tenemos un padrón de mil 250 tianguistas y que protesten 100, realmente no es un asunto de cuidado”.
Y por si fuera poca cosa, luego el mismo secretario afirmó que el conflicto se había politizado, debido a que se sumaron los inconformes de barrios, colonias y rancherías. ¡Qué cinismo el de Bernardo López Nieto!
Si en los reportes periodísticos, consta que el Secretario del Ayuntamiento apenas sostuvo breves contactos telefónicos con los inconformes hasta antes de las ocho de la mañana del miércoles.
Es decir, todo se complicó por la falta de atención oportuna y eficaz. Todo se originó por la ineptitud de los funcionarios municipales, como la mostrada por el propio López Nieto.
Cenizas
Y habrá que sumar la molestia que generó este bloqueo, no sólo entre todos los tianguistas, sino entre toda la población de Huamantla, que ya empezó a cuestionar la permanencia en el cargo de Carlos Ixtlapale.
De muestra, le presento dos botones, que escuché precisamente de la boca de dos mujeres que asistían, precisamente a realizar su recaudo semanal: “Al Ixtlapale ese deberían de darle una madriza bien puesta a ver si se enseña a hombre, porque no es posible que no sea capaz de solucionar este problema” y “si no puede con el paquete, porque parece que el saco le quedó muy grande, mejor que se vaya y que le permita a alguien más solucionar lo que él no es capaz”.
En este sentido, la Procuraduría General de la República (PGR) debe investigar a fondo el asunto, porque simplemente hay versiones de que policías federales buscaron-minutos después de que inició el bloqueo- un acercamiento con la autoridad municipal a fin de que iniciara el diálogo con el munícipe pero nunca se dio.
Entonces, es importante que la PGR determine quién fue uno de los principales responsables del cierre de tan importante carretera y desde mi óptica, Carlos Ixtlapale es uno de ellos al igual que Bernardo López Nieto, que han demostrado ser unos inéptos.
Es lamentable que la autoridad municipal y la estatal hayan dejado crecer el problema y que la palabra DIÁLOGO nunca llegó; es válido recordar que los tianguistas accedieron en su oportunidad a reubicarse, sin embargo, no les brindaron las condiciones necesarias para comercializar sus artículos.
Y efectivamente, hoy lo escribe el destacado periodista Edgardo Cabrera en su portal GenteTLX, que “el alcalde de Huamantla se mantiene cegado por la soberbia e ignorando la política”.
Otro punto que debe investigar la PGR, es que los propios policías fueron quienes incitaron a la violencia durante todo el día.
Dicen algunas personas que Francisco Gómez, quien en el pasado purgó una setencia por matar a un ciudadano y que también es pariente de Octavio López Cuéllar, director de la policía municipal fue quien incitó al enfrentamiento.
Me comentan estimados lectores que supuestamente “El Pancho” quien trabaja en la policía local fue quien ordenaba a los efectivos a que retiraran -por la tarde- a los tianguistas que estaban desesperados por vender sus artículos perecederos –frente a la Ford-. Los clientes de los comerciantes repudiaron el hecho.
Es lamentable, que el gobierno del estado no haya privilegiado el diálogo y más aún que el director de gobernación, Joaquín Flores Nophal, haya estando escondido en una fonda, como ratón espantado, en lugar de sentar las bases para una negociación.
Es por esta razón que el jefe del Ejecutivo debe hacer una limpia en la Secretaría de Gobierno donde casi siempre el fallan los asuntos de inteligencia y que han puesto en jaque la gobernabilidad.
Amigos lectores, siempre he creído que cada pueblo escribe su propia historia y sobre todos sus gobernantes, por lo que Ixtlapale ha comenzado a redactar las páginas más negras de quienes han administrado este municipio. Pobre Huamantla, tan lejos de Dios y tan cerca de Ixtlapale.
A manera de entretenimiento: El folklore de nuestro alcalde
En una reunión de presidentes municipales de la Sedesol, en Tlaxcala, el presidente municipal de Huamantla, Carlos Ixtlapale Gómez llegó tarde, vestido informal, no en su carácter de presidente municipal.
Para sorpresa de los alcaldes presentes, nuestro alcalde huamantleco abrió su chamarra, muy colorida, y sacó de ella una generosa torta de milanesa, bien compuesta.
Sin importar el contexto, Carlos Ixtlapale se dedicó a comer su torta delante de todos; una vez satisfecha su hambre, hizo una bola con su bolsa, se paró y salió de la reunión, y ya no volvió a regresar.
¡Para que vea usted cómo se las gasta nuestro alcalde!…
Una más…
Sería importante que el Órgano de Fiscalización Superior (OFS), investigara dónde se compran todas las llantas para los vehículos del ayuntamiento. Señores auditores, creánme se llevarían una sorpresa ¿O no Manuel López Martínez?…
Posdata: Bien ganado el mote de “Pueblo Trágico”… Y todo por la culpa de un alcalde priísta inepto.