01 febrero, 2012
* Todo queda en el discurso.
Vaya precandidatos. Así de fácil, ayer el priísta Enrique Peña Nieto, sin un discurso claro y el perredista Andrés Manuel López Obrador, con más de lo mismo puro bla, bla, bla.
Y qué decir de sus respectivos partidos políticos que son realmente buenos para la movilización, o sea para el acarreo de personas. No cambian. Y hoy con el precandidato panista, Ernesto Cordero veremos más de lo mismo, puras promesas.
Lo más agrio del asunto, es que hay muchas personas de escasos recursos económicos que idolatran a sus respectivos abanderados y creen que los presidenciables los sacarán de su pobreza monetaria.
Ha pasado sexenio tras sexenio y los partidos, así como sus presidentes poco han hecho por cambiar el rumbo del país. Cada seis años reinventan a México con políticas sociales nada efectivas. ¿O no?…