15 febrero, 2012
Escribe ALEXIA BARRIOS G.
Benjamín Cruz Alfaro (@benjamincruz) es un nombre que no dice mucho a la clase política, porque tiene menos de tres años incursionando en ella, desde las filas del PRI Tabasco, partido que prácticamente lo ha hecho candidato a diputado local por el VIII Distrito y el que parece desconocer qué hay detrás de este misterioso personaje.
En el mundo de las asociaciones religiosas, Benjamín es reconocido, porque es representante en México desde hace varios años de la Asociación Internacional Amisrael, una organización que al menos en Tabasco, ha recibido apoyos institucionales y políticos para poder hacer “su tarea evangelizadora”, y es además hijo de Andrés Cruz Gallegos, líder nacional de Voz de la Piedra Angular, también sociedad religiosa que creció por haber regenteado albergues de damnificados de las inundaciones y con apoyos políticos importantes.
Pero lo más grave, y que quizá poco conocen en el PRI Tabasco ni en la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación, es que Benjamín Cruz Alfaro tiene un expediente abierto en la SIEDO de la PGR, por sus presuntos vínculos con el crimen organizado, según consta en un expediente que se ha hecho llegar a esta redactora, donde se da cuenta de tres políticos locales que han apoyado a este personaje, el ex alcalde de Centro, Evaristo Hernández Cruz; el ex líder estatal priísta, Adrián Hernández Balboa, y el ex presidente del congreso local, José del Carmen Escayola Camacho, quienes le dieron respaldos amplios durante la contingencia provocada por las inundaciones de 2007 para la instalación de albergues.
De acuerdo con los datos proporcionados por fuentes de alto nivel, al menos en tres ocasiones Benjamín Cruz Alfaro ha sido detenido por fuerzas federales. Una, acusado de robo de autos; la segunda, en marzo de 2007, cuando lo encontraron en una camioneta Hummer color negro con droga y la tercera, por denuncias en su contra por tráfico de indocumentados centroamericanos.
Otros datos apuntan a que esta persona se habría quedado con parte de la ayuda que enviaron diversas organizaciones religiosas para los damnificados de las inundaciones y que con esos recursos y materiales habría puesto una comercializadora además de que, con recursos de dudosa procedencia, habría creado una planta purificadora de agua.
Cruz Alfaro sería el clásico ejemplo del personaje que se desenvuelve en la alta sociedad tabasqueña pero que en realidad lo usa como fachada para ocultar sus verdaderos intereses y vínculos. Hay antecedentes de que ya estuvo preso acusado de robo de vehículos y que tendría relación directa o indirecta con Norberto Jiménez, alias “El Peje”, un peligroso delincuente, ahora preso, quien es acusado de ser responsable de las masacres de cubanos en el poblado de Tequila, municipio de Jalapa; de toda una familia de la comunidad El Tortuguero, de Macuspana y otra familia más en Cunduacán.
Esta misma semana, en el diario Olmeca de Tabasco, se informó que Cruz Alfaro “es dueño del antro Hawaiian Club, donde cada fin de semana festeja en exceso rodeado de amigos y conocidos, mismo que aparecen en el portal www.hawaiianclub.com.mx/vhsa/fotos.html, actividad ampliamente cuestionada por los grupos religiosos y en particular por los evangélicos, quienes cuidan extremadamente la purificación del alma”.
Los datos sobre este personaje están a la vista para su investigación, y corresponderá al PRI estatal y nacional deslindarse o asumir los costos de la postulación de alguien con estos antecedentes. Y a las autoridades de la SIEDO y la SEGOB actuar con celeridad y transparencia para aclarar lo que aquí y otros medios han comenzado a publicar sobre el rostro real de Cruz Alfaro, cuya cuenta twitter (@benjamincruz), se reserva derechos de admisión, por algo será.
APOSTILLAS: Finalmente la presión que ejercieron las redes sociales, escritores y articulistas, provocó la renuncia de Sealtiel Alatriste a la Dirección de Difusión Cultural de la UNAM. Las acusaciones de plagio y de un premio Villaurrutia inmerecido fueron contundentes. El rector José Narro quedó muy mal parado con la necedad de sostenerlo en el cargo y por el silencio entorno al escándalo. Ya Sealtiel Alatriste había perdido la batalla y hasta el poco prestigio con que contaba; su futuro como literato está aniquilado. ¿Y el rector Narro asumirá la autocrítica o se irá por la tangente? No debe pasar por alto que hay muchos ojos que aún lo ven como un actor con autoridad moral.
alexiabarriossendero@gmail.com
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