21 febrero, 2012
Desde la REDACCIÓN
En lo que va del año, el exgobernador del estado, Héctor Ortiz Ortiz ha recibido tres descalabros políticos que le han restado bonos en su intentona por conseguir un escaño en el Senado de la República.
El primero fue el pasado 23 de enero cuando la Secretaría de la Función Pública, decidió inhabilitarlo por cinco años como servidor público, por incurrir en supuestos actos de nepotismo.
De lo anterior, Ortiz Ortiz ha sostenido que unos “malvados” han emprendido una “guerra mediática” en su contra para desprestigiarlo y que él como abogado perjura que le asiste la razón, su razón.
El hecho es que tres de sus hermanos vivieron del presupuesto y él nunca lo ha negado. Ahora está en discusión si el Instituto Federal Electoral, le debe negar o no el registro como aspirante al Senado.
Y es que para la SFP existen los suficientes elementos a fin de que prospere la inhabilitación en el ámbito estatal y federal. El gobierno estatal sostiene que existe una jurisprudencia que avala lo anterior.
El segundo golpe se deriva por entregar malas cuentas al presidente Felipe Calderón, y eso tarde o temprano tiene un costo político. En Los Pinos están enterados de la supuesta simulación del orticismo.
Hay panistas que afirman que Ortiz fingió el apoyo para Ernesto Cordero como aspirante a la candidatura a la presidencia porque también apostó sus canicas a Josefina Vázquez y a Santiago Creel.
Otro argumento que señalan los panistas que al exrector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, lo terminaron por traicionar nuevamente integrantes de su equipo.
Casos específicos Ignacio López Sánchez, Rolando Romero López y Leonor Romero Sevilla, entre otros, quienes fueron vistos rindiéndole culto a Adriana Dávila Fernández, el domingo pasado.
El último descalabró es el resultado que obtuvo frente a Dávila Fernández quien aplastó a la corriente ideológica del orticismo. En el proceso interno la apizaquense se impuso a unos políticos desgastados y sedientos de poder.
A Héctor Ortiz no le cuadraron las cuentas y varios de sus operadores políticos tendrá que pagar un costo muy alto, entre ellos, el alcalde de Apizaco, Orlando Santacruz Carreño.
El exmandatario quizás se confió frente a una rival que ha aprendido bastante del arte de la mapachería, por lo que ahora en la Constitucional tendrá que hacer una revisión urgente a sus desgastadas redes.
También tendrá que cobijarse en la figura de Adriana Dávila para poder aspirar a ocupar un escaño en el Congreso de la Unión, pero lo cierto es que están en riesgo sus aspiraciones.
Como haya sido, con mapacherías, traiciones o no, el ex gobernante fue sometido al escrutinio panista cuyo resultado fue adverso para un personaje político acostumbrado a ganar.
Dicen que la elección federal para senadores será de tercios, por lo que ahora Ortiz deberá trabajar el doble para conservar poder político y conseguir fuero constitucional.
La lectura política del domingo pasado evidenció que muchos panistas celebraron el triunfo de Adriana y hasta parecía que era la elección constitucional.
También muchos de ellos celebraron haber ganado una batalla cruenta al orticismo.
Decían que ni con la ayuda de alcaldes, de diputados locales y federales del PAN, Héctor logró obtener la primera posición en la fórmula y que los resultados que obtuvo son el reflejo de cómo dejó su administración entre claroscuros.
Alguien ya lo dijo ¿Quiénes serán más malvados? ¿Los priístas que lo inhabilitaron o los panistas que lo sentenciaron?… Lo cierto es que Ortiz cuando no está conforme con algo agarra sus canicas y se va.