17 febrero, 2012
Por la REDACCIÓN
Con el objetivo de consolidar los proyectos de microempresarios que fueron apoyados con un equipo para auto emplearse en 2011, el Sistema Estatal de Promoción del Empleo y Desarrollo Comunitario (Sepuede), realizó la “Primera Reunión de Beneficiarios del Subprograma Fomento al Autoempleo”.
Esa acción está encabezada por los directivos del Sepuede en coordinación con el Servicio Nacional de Empleo Tlaxcala (SNET), que llevan a cabo una serie de cursos de capacitación que buscan desarrollar las potencialidades y saberes de los beneficiarios.
Del mismo modo, la intención es realizar un diagnóstico para descubrir si alguna microempresa tiene las características que le permitan ser elevada a franquicia.
Al evento fueron convocadas 52 iniciativas del sector servicios principalmente, con la finalidad de enfocarlas al comercio formal, entre éstas se encuentran cocinas económicas, estéticas, talleres de costura, carpinterías, mueblerías, molinos, panadería, artesanías, entre otras.
La Universidad Politécnica de Tlaxcala Región Poniente estuvo a cargo de la capacitación a través del Jefe de Vinculación de esa institución, Serafín Hernández Pablo.
El ponente expuso a los beneficiarios la importancia de la inversión de los recursos, al recalcar que es indispensable que los empresarios se auto asignen un sueldo decoroso y el resto de las ganancias las reinviertan en el negocio, ejercicio que deben practicar por lo menos 10 años, tiempo en el cual su empresa podrá consolidarse económicamente.
Señaló que el empleado u operativo juega un papel primordial en la empresa, ya que el buen trato y el valor de su desempeño, representa también el crecimiento de un negocio, que se traduce en la calidad del servicio.
En su intervención, Roberto Cabildo Tlalpa, uno de los beneficiarios y dueño de la panadería “La Herencia”, ubicada en San Pablo del Monte, comentó que él junto con la mayoría de sus hijos se dedican a ese oficio y tras el apoyo su negocio creció y se “trasformó todo”.
Cabildo Tlalpa recibió en comodato una batidora industrial, lo que le permitió expandirse en menos de un año y adquirir tres camionetas de distribución de pan. “Ahora tenemos once personas trabajando para nuestra panadería con mucho entusiasmo. Yo tengo 65 años y con este Gobierno me lleve una gran sorpresa porque muchas veces la gente cree que los políticos nada más prometen, ésta vez que tuve la oportunidad de solicitar apoyo me lo dieron”.