19 diciembre, 2011
Por CINTIA SAMANTHA CONDE HUERTA
Quizá, la ya famosísima noticia de los errores que ha cometido el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, ya es pasada; pero sin lugar a dudas ha desatado un gran escándalo.
Tal vez el escándalo más sonado en este año que ya termina. Entre los errores más famosos, se encuentran: “La Ley Peña”, su mala pronunciación en inglés, su ignorancia ante los precios de la canasta básica de los mexicanos, su “amplia cultura” y además los errores de su familia.
¡Caray!… Sinceramente antes de que todos los trapitos de Peña Nieto salieran a la luz pública de la manera en como lo hicieron, yo confiaba en él, quizá mi inexperiencia política o tal vez me dejé manipular por lo que se decía en aquel entonces: “Peña nieto será el presidente más ´guapo´ que ha tenido México”, pero gran error, ahora creo que existen más de 3 millones de personas en México que si han leído la biblia completa, a pesar de lo grande y pesada que es.
Las redes sociales, como Twitter o Facebook, han sido los medios por los cuales las críticas salen todo el tiempo como pan caliente; y aún más cuando al novio de la hija del candidato, se le ocurrió llamarnos “proles” sin más ni más; puede ser, que su intención no fue catalogar de esa forma a más del cincuenta por ciento de la población Mexicana, pero Paulina Peña terminó por decepcionarnos a todos apoyando la idea de su galán.
El termino proletariado, se refiere a aquellas personas que a falta de recursos de producción ofrecen su trabajo; me atrevo a pensar que el ahora famoso novio de Paulina Peña, no es más que una “cara bonita” y con cartera llena (que por cierto nosotros nos encargamos de llenar día con día); es una pena la falta de humildad en estas personas porque claro está que no son más que nosotros, pues gracias a nuestro trabajo, esfuerzo y votos ellos están en esos puestos.
México se caracteriza por ser un país bello y lleno de cultura, pero lamentablemente no hemos aprovechado todo lo que tenemos, y nos hemos convertido en un pueblo flojo e ignorante de nuestra propia cultura. Los jóvenes nos hemos dado cuenta de este gran problema y queremos hacer algo al respecto, no es posible que nuestro país continúe de esta forma.
Existe gente muy capacitada, capaz de hacer algo para un bien común y no solamente para sus bolsillos. Absolutamente todos nuestros representantes políticos son trabajadores nuestros, entonces ¿por qué dejar que nos sobajen, insulten o manipulen? Nuestro trabajo debería ser para nuestro beneficio no para la diversión de otros.
A estas alturas la carrera política del que pudo ser candidato a la presidencia del país (que ahora dudo que alcance ese puesto, tras sus constantes polémicas) se ha venido abajo, de la misma forma que su reputación.
Ahora esperemos que Peña Nieto y su familia reflexionen y estudien antes de hablar o escribir algo, porque la situación está canija, y todos estamos pendientes del más mínimo error para convencernos que realmente el candidato es un truco publicitario, un mensaje subliminal para todas las mujeres que votamos y que además somos más de la mitad de la población en el país.