19 diciembre, 2011
Escribe ALEXIA BARRIOS G.
Esta será prácticamente la última semana en que partidos y precandidatos presidenciales habrán de establecer los ejes torales de sus campañas. A reserva de lo que arrojen los sondeos de opinión, el tablero se comienza a emparejar, y no por la osadía de los contendientes, sino por la fuerza que están tomando las redes sociales. No ha sido definitorio, pero al menos sí está incidiendo en la agenda temática de los aspirantes.
A la luz de los primeros mensajes en su registro, hay que destacar que Enrique Peña Nieto ni su equipo han leído jamás a Kaliman, el mítico personaje de la historieta mexicana, quien afirmaba que “la mejor defensa es el ataque”, pues lleva tres semanas consecutivas entre pifias, justificaciones y reacciones a las críticas. No toma la iniciativa para fijar temas, ni para atacar ni para poner en marcha bolas de humo que distraigan a sus contrincantes, sólo se hace la víctima y respuestas pobres.
Las fotos del acto del sábado pasado en el PRI Nacional, rodeado del líder de la CTM, de Beatriz Paredes y de Francisco Rojas, dejó un fuerte olor a naftalina. Y por si fuera poco, el que la bancada del PRI en la Cámara de Diputados haya promovido la reforma al artículo 24, que abre las puertas para que el Estado Laico sea violentado, han abierto un flanco que crecerá una vez que se vea el impacto de su decisión. Claro, si es que en el Senado Manlio Fabio Beltrones y los senadores progresistas no lo echan para atrás.
Con Andrés Manuel López Obrador pasan cosas curiosas. Tal pareciera que hay un vacío de los medios tradicionales a atacarlo como antaño y a que no se le cuestione casi nada, a pesar de que las semanas pasadas han sido realmente críticas para los partidos que lo postulan. Está el caso de los dos normalistas muertos a manos de la policía en Guerrero y las candidaturas incómodas.
La gubernatura de Ángel Aguirre se está convirtiendo en un lastre para toda la izquierda, no sólo por los muertos si no por el pasado represor que vuelve a salir a flote. Y por si las cosas no fueran sencillas, la posible postulación de Manuel Bartlett y de Greg Sánchez han puesto pelos de punta a más de uno. La semana pasada, para colmo de las incongruencias, en Tabasco, el coautor del Fobaproa, de la persecución de perredistas y de otras linduras, Arturo Núñez Jiménez, fue ungido candidato a la gubernatura por las izquierdas.
Ante los datos anteriores, el traspié de los dos pesos del metro es una reverenda tontería. Los elementos críticos están a la vista, pero pocos, muy pocos, se han atrevido a atacar o cuestionar a Andrés Manuel por estos asuntos.
Algunos observadores apuntan que se trata de algo natural, pues desde el poder central del país, quieren que éste crezca para que las izquierdas le quiten intención de votos al PRI, lo que realmente es un juego de alto riesgo.
En el PAN hay mensajes realmente muy preocupantes. Y no por los burdos mensajes de sus aspirantes. Es claro que Santiago Creel está más frito que nada y las colas del tema de los casinos son elementos para contenerlo y forzarlo a declinar por alguna de las dos cartas de Calderón. Josefina y su autoproclamación de “la señora de la casa” ya dejó de prender y comienza a desinflarse. Y Cordero se afianza como lo que siempre fue: el delfín de Calderón.
Quizá porque no prenden ni se le ven posibilidades a ninguno del PAN es que comienzan a enviarse mensajes sobre la narcoelección del 2012 y los riesgos que esto conlleva.
El pasado 13 de diciembre, José Luis Vargas, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), afirmó que las elecciones de 2012 en México enfrentan la amenaza de una “captura del Estado” por el crimen organizado y se requiere un pacto nacional para prevenirlo. Y esto lo dijo ante el Consejo de las Américas, que representan a una parte importante del establishment de los Estados Unidos.
El asunto no es menor, porque este mensaje del gobierno mexicano ante un foro de los Estados Unidos tan importante como el Consejo de las Américas, representaría parte de las “letras chiquitas” que aun no vemos de la Iniciativa Mérida. A ello, no debe pasarse por alto el dato de que al menos 80 ex funcionarios mexicanos de los aparatos de seguridad están trabajando para las agencias de los Estados Unidos (llámense DEA, CIA, FBI u otras).
En el PRI ya encendieron focos rojos, porque no es gratuito que antes de concluir el 2011, ya están filtrándose informes sobre el gobierno de Fidel Herrera, en Veracruz, y sobre Jorge Aristóteles Sandoval, el puntero en todas las encuestas para que recupere para el PRI la gubernatura de Jalisco. Ambas entidades son electoralmente importantes para cualquier partido. Están conscientes los priístas que recibirán un golpe fuerte en estos días que los colocará de nuevo contra la pared y previo al 2012.
¿Pero acaso creen que sólo será contra el PRI esta ofensiva? Muy ingenuos serán en las izquierdas si piensan que la suavidad con que hasta ahora tratan a su candidato presidencial y a sus precandidatos se mantendrá así a lo largo del 2012 o que les dejarán el camino libre. Es cuestión de que analicen a fondo y pongan sus barbas a remojar, porque los azules mandan mensajes temerarios.
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