21 noviembre, 2011
Por EDGAR R. CONDE CARMONA
Alberto Jiménez Tecpa, confundió el ejercicio político con el de payaso (con todo el respeto que me merecen los payasos, que requieren de todo su ingenio y de una gran inteligencia para hacer reír).
Secretario de la Función Pública en el sexenio panista de Héctor Ortiz, Jiménez Tecpa hoy busca los reflectores y promueve un juicio ordinario laboral ¡para que sea reinstalado en el cargo, en el gobierno del priísta Mariano González Zarur!…
Este ejemplar de la fauna política que medra en la entidad argumenta todas sus peticiones (¡pago de vacaciones, prima, aguinaldo, días de descanso, horas extras, jornada extraordinaria, descanso semanal, prima sabatina y bono anual de productividad!) por un supuesto “despido injustificado”.
¿Acaso su ex jefe no le informó que estos cargos tienen expiración? ¿Tan escaso de inteligencia está este “funcionario” que no entendió que su trabajo concluiría al terminar la administración estatal para la que sirvió? ¿Con qué irregularidades operó la administración anterior que no cerró adecuadamente los procesos laborales?
Lo que sí vale la pena rescatar es que, con su muy cómica denuncia, Alberto Jiménez Tecpa, ilustra el “modus operandi” con el que se despachó el panismo cuando tuvo el poder en el gobierno de Héctor Ortiz Ortiz.
Así fue como funcionó el panismo–orticismo, por las referencias del ex titular de la Función Pública: bonos hasta por trabajar medios sábado, bonos de productividad por hacer lo que les correspondía por ley; horas extras, primas, aguinaldos… ¡Añádale un sueldo quincenal de 20 mil 792 pesos!
Pues ya que busca reflectores, que Alberto Jiménez Tecpa nos diga a todos los tlaxcaltecas a cuánto ascendían sus ingresos sumando el sueldo más todas las sobre prestaciones que recibió.
Ahora queda claro porque se resiste perder esas canonjías, a las que se malacostumbró en la administración de Héctor Ortiz Ortiz.