ADELGAZAMIENTO BUROCRÁTICO

07 noviembre, 2011

*¿ Una medida de austeridad?

Bienvenida la propuesta emprendida por el gobierno del estado para racionar el gasto corriente a efecto de favorecer la obra pública y los programas sociales a través de una reducción en los salarios de jefes de departamento, jefes de oficina, directores, coordinadores, secretarios y hasta del gobernador del estado.

La medida, que no afectará los derechos laborales del personal sindicalizado, operativo ni de confianza, refleja un ánimo de disposición por parte del gobierno estatal para resolver parte de los problemas económicos por los que atraviesa la entidad.

Particularmente cuando existen evidencias de que en muchas dependencias existe un enorme dispendio para pagar, además del sueldo establecido por la ley, prestaciones onerosas como compensaciones, pago de telefonía celular y pago de viáticos, entre otras prestaciones.

El desencanto de esta medida plausible per se, fue provocado por el propio oficial de gobierno, Ubaldo Velasco, cuando señala que esta medida será posiblemente temporal, hasta que la economía gubernamental se recupere y con base en la evaluación que haga cada uno de los titulares de las dependencias.

La incertidumbre que viven cientos, quizá miles de empleados del gobierno estatal, es probablemente uno de los factores que potencializan no sólo una baja productividad en cada dependencia, sino las posibles acciones de sabotaje contra el gobierno estatal y todo porque las medidas adoptadas en este sentido son inciertas.

Vale recordar que hace pocos meses el aparato burocrático había tenido un incremento salarial retroactivo en sus percepciones, pero hoy, a partir de un deficiente trabajo financiero se adoptan medidas emergentes que empiezan a generar no sólo encono, sino desconcierto.

Si bien es cierto que las sociedades modernas abandonan aparatos burocráticos obesos, se requiere más que un ajuste trimestral para iniciar con acciones de adelgazamiento de la nómina estatal; tiene que ver con una planeación minuciosamente desarrollada y no con movimientos coyunturales.

De otra manera, en el corto plazo estaremos viviendo una gran cantidad de demandas laborales con pérdidas millonarias en detrimento de obras y programas sociales.

Por eso la sociedad demanda una revisión de la plantilla, que esté apegada al cumplimiento de las habilidades, conocimientos y destrezas de los trabajadores y no sólo a cuestiones de carácter político o por decisiones personales ligadas a sentimientos y emociones de quienes tienen las riendas de una dependencia estatal.

Más que nuevos anuncios sobre reajuste salarial, los tlaxcaltecas esperamos certeza y seriedad en cada acción emprendida. Lo que adelantó la columna La Macana de Xicohténcatl hace un par de semanas, antes que ningún otro medio de comunicación hoy es una realidad.

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