TRANSPARENCIA

10 octubre, 2011

* Un ejercicio democrático endeble

Más allá de de los discursos pronunciados durante la IV Semana Estatal de la Transparencia, queda la duda: ¿fueron un catálogo de buenos deseos o compromisos por cumplir?

Por lo pronto, la primera respuesta es que el tema, débil, demuestra en los hechos que la transparencia, el acceso a la información y la rendición de cuentas en Tlaxcala son letra muerta.

Basta voltear y ver cómo los diferentes Poderes y órdenes de gobierno actúan sin evidenciar, más que en el discurso, su verdadero compromiso con esta práctica que, a decir del presidente de la Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública, Miguel Castillo Meneses, son pilares para la credibilidad de un nuevo gobierno.

Alcaldes que se niegan a publicar sus gastos; funcionarios que acusan un repentino Alzhaimer porque no recuerdan a cuánto ascendieron sus bonificaciones extraordinarias; un Órgano de Fiscalización Superior que “beneficia a funcionarios otorgándoles préstamos personales por más de 200 mil pesos, los cuales benefician a un coto de poder sacrificando los derechos del personal que sustenta la función del Órgano”, (en boca del diputado Gregorio Cervantes Díaz.

Fue esa la razón por la que en su discurso inaugural de la IV Semana Estatal de la Transparencia quien llamó a construir un gran “pacto social” para renovar la relación entre sociedad y gobierno.

Y lo que más tiene que llamarnos la atención es que Tlaxcala tiene “enormes oportunidades” en materia de transparencia (hoy, los errores suelen calificarse como áreas de oportunidad), pero, según  Miguel Ángel Castillo Meneses, es necesario revisar la ley respectiva.

Se trata de no sólo darle facultades sancionadoras a la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, sino que dicho ente tenga realmente esta atribución y realmente ejecute las sanciones, para acabar con expresiones tan bizarras como aquella pronunciada por el auditor del OFS, Crispín Corona Gutiérrez “En proporcionar información he sido cuidadoso y hay situaciones de las que no tengo por qué estar informando”.

Y en el mismo sentido, tendría que alinearse el discurso ofrecido por el gobernador Mariano González Zarur, en el mismo acto: “Uno de los principales objetivos de este nuevo Gobierno es recobrar la confianza de la gente hacia las instituciones, al promover la cultura y la transparencia y dejar de lado la corrupción, el abuso del poder y el tráfico de influencias”.

Así, no sólo se tata de admitir que al interior de las diferentes instancias de la administración pública se registraron fenómenos como la corrupción, el abuso del poder y el tráfico de influencias, sino que a partir de ese conocimiento se pongan en marcha acciones que reflejen ese interés y no sólo se quede en palabras.

Así pues, el mandatario estatal tiró línea: “un gobierno democrático y eficiente debe tener contempladas acciones que garanticen una efectiva rendición de cuentas y esta nueva administración sabe que el adecuado acceso a la información pública nos colocará en un mejor lugar nacional, donde la competitividad debe ser un factor característico”.

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