03 octubre, 2011
Por JAVIER CONDE
* Se oponen en Tlaxcala a permitir la adopción a parejas de mujeres lesbianas.
Primera de dos partes
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) afirma que en Tlaxcala hay una sociedad que evita que las lesbianas y hombres homosexuales permitan a adoptar a niños y niñas, que las preferencias dividen a la ciudadanía y que hay casos severos de homofobia, por lo que conminó a evitar la distinción.
En su última Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual señala que en las zonas metropolitanas de Puebla-Tlaxcala y Toluca cinco de cada diez personas opinan que la preferencia sexual genera mucha división. Comparten esa opinión cuatro de cada diez personas en las zonas metropolitanas de León y Torreón.
Asimismo, señala que en la zona metropolitana de Ciudad Juárez se encuentra el menor porcentaje de personas que opinan en el mismo sentido: sólo dos de cada diez personas afirman que las preferencias sexuales dividen mucho a la gente.
Además, dice que en la observación por zona metropolitana, se advierte que en las de León, Puebla, Tlaxcala, Querétaro, Toluca, Torreón y Guadalajara siete de cada diez personas están en desacuerdo y muy en desacuerdo con el hecho de que a las parejas de hombres homosexuales se permita adoptar niños y niñas.
En Tijuana, Monterrey y la ciudad de México, seis de cada diez personas opinan lo mismo, agrega la citada encuesta que elaboró el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
En este sentido, cita que en las zonas metropolitanas de León, Torreón, Guadalajara y Toluca siete de cada diez personas están en desacuerdo y muy en desacuerdo con permitir la adopción a parejas de mujeres lesbianas.
Les siguen con seis de cada diez las zonas metropolitanas de Puebla-Tlaxcala, Querétaro, Tijuana, Monterrey y la Ciudad de México, refiere.
La Enadis 2010 revela que cuatro de cada diez mexicanas y mexicanos no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales. Tres de cada diez afirman lo mismo en el caso de personas que viven con VIH/sida.
Expone que tres de cada diez personas de entre 25 y 34 años no estarían dispuestas a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales, mientras que entre los 40 y 44 son cuatro de cada diez personas. Cinco de cada diez tampoco estarían dispuestas entre los 15 y 17 años, y entre los 60 y más.
Rechazo a la vida conyugal
Tres de cada diez personas de entre 25 y 34 años no estarían dispuestas a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales, mientras que entre los 40 y 44 son cuatro de cada diez personas. Cinco de cada diez tampoco estarían dispuestas entre los 15 y 17 años, y entre los 60 y más, subraya.
A menor escolaridad -precisa- se incrementa la intolerancia hacia las personas homosexuales. Seis de cada diez personas sin escolaridad no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales. Esta proporción va disminuyendo a medida que aumenta la escolaridad.
Con nivel primaria son cinco de cada diez personas; con secundaria, cuatro de cada diez; con bachillerato y licenciatura, tres de cada diez, y con posgrado únicamente dos de cada diez. La actitud más tolerante se incrementa conforme el nivel de escolaridad, refiere.
Al observar el comportamiento en las regiones, se advierte que en Tabasco-Veracruz e Hidalgo-Morelos-Puebla-Tlaxcala dos de cada diez personas justifica oponerse al matrimonio de personas del mismo sexo.
Violan sus derechos…
En la mayoría de las regiones de nuestro país, las personas lesbianas, homosexuales o bisexuales manifiestan estar totalmente de acuerdo y de acuerdo en parte en que en México no se respetan sus derechos, argumenta.
En la región de Hidalgo, Morelos-Puebla-Tlaxcala la mitad de los entrevistados señaló estar totalmente en desacuerdo y desacuerdo en parte.
Ocho de cada diez mujeres homosexuales piensan que es mejor que las personas hagan pública su preferencia sexual, mientras que siete de cada diez hombres homosexuales coinciden con ese planteamiento, puntualiza.
En sentido contrario, una de cada diez mujeres homosexuales piensa que es mejor que no hagan pública su preferencia sexual y dos de cada diez hombres homosexuales también lo piensan así.
Las mujeres con preferencia sexual distinta a la heterosexual comunican en menor porcentaje que los hombres, su orientación sexual a la madre y al padre (cuatro de cada diez no se lo han dicho a ninguno).
Seis de cada diez hombres con preferencia sexual distinta a la heterosexual se lo comunican al padre, siete a la madre. Cinco de cada diez mujeres lo comunican tanto a uno como al otro.
La importancia de la Enadis
El estudio aplicado refiere que la Enadis 2010, se refiere a hombres y mujeres y sustenta que su aplicación es un espejo para ver nuestra sociedad, desde una perspectiva que guarda relación con muchas otras: la discriminación.
Determina que la discriminación se basa en un conjunto de estigmas inmerecidos, prejuicios desventajosos, estereotipos enraizados, y tabúes aceptados acríticamente.
Comparte, la sin razón del machismo, la intolerancia religiosa, el racismo, el antisemitismo, la homofobia, el clasismo y la xenofobia. Disminuye la esperanza de vida, la protección contra los riesgos y el acceso a los servicios. Fortalece la intolerancia a la diversidad y facilita los abusos de la autoridad, agrega.
Indica que la discriminación promueve la ruptura de las familias y el odio entre los grupos. Legitima la ley del más fuerte. Es caracterización de superioridad y de inferioridad, y negación de igualdad en derechos.
No obstante, comenta el Conapred que se expresa en maltrato, en abusos, en exclusión, en miedo y en ruptura del tejido social. La discriminación es negación de la dignidad humana, alianza la pobreza, es tierra fértil para la violencia y cáncer para la democracia.