10 octubre, 2011
Por EDGAR R. CONDE CARMONA
Han transcurrido nueves meses (270 días, o 6,480 horas) y, por lo visto, el gobierno estatal demuestra lo endeble que es su estructura operativa, y a ello obedece el desencanto ciudadano.
Pese a las evidencias, el gobernador se ha mostrado tibio con respecto al desempeño de algunos de sus colaboradores, quienes no han entendido la dinámica que busca su jefe: hacer de Tlaxcala un lugar de oportunidades.
Mariano González teme que lo tachen de ineficiente o timorato por cambiar funcionarios y prefiere aguantar las críticas como signo de fortaleza.
Pero, frente a los embates de los adversarios políticos que buscan el fracaso del marianismo, es imprescindible un golpe de timón que dé certeza al rumbo que persigue la administración estatal.
Lo anterior porque los hechos son el índice de que existen funcionarios que no realizan su trabajo a cabalidad, veamos algunos ejemplos ocurridos en una semana:
Marco Alfonso Santacruz Moctezuma, presidente del Centro Empresarial Tlaxcala de la Coparmex, se quejó porque los secretarios de Seguridad Pública y de Gobierno y la Procuradora de Justicia (Orlando May Zaragoza, Noé rodríguez Roldán y Alicia Fragoso Sánchez) no hayan acudido a una reunión a la que fueron invitados.
El encuentro, a decir del dirigente empresarial, expondría a los servidores públicos los casos de extorsiones y asaltos que han sufrido los hombres de la Iniciativa Privada en la entidad.
Y por si fuera poco, en las oficinas de la PGJE se roban una computadora; la titular de la dependencia ordena una exhaustiva investigación, pero para que reporteros de un diario local delaten a quienes filtran información de esa dependencia a los medios.
Por otro lado, Gabriela Palafox Palafox (presidenta estatal de la Canirac) se queja de operativos de seguridad “excesivos y que espantan a la clientela del ramo”.
“Le dan trato de delincuentes a los clientes de esta industria, mientras que los verdaderos malhechores están en las calles y ni siquiera son molestados”, dice la dirigente de los restauranteros en el estado.
Juan Antonio Martínez Loaiza, presidente de la empresa Urbanos y Sub Urbanos (USU), acusan a Gisela Santacruz Santacruz, Secretaria de Comunicaciones y Transportes del Estado de un proceder “unilateral y con favoritismos” en el reordenamiento del servicio de transporte público en Tlaxcala.
Y sin tapujos, asegura el líder transportista: cuando menos el 80% de las organizaciones en la entidad enfrentan problemas con la funcionaria, y por ese motivo USU se retiró de las mesas de diálogo sobre el particular.
Así, no se puede enfrentar con éxito los embates de los opositores del marianismo. Se necesita vencer ese espíritu endeble, para lograr hacer de este gobierno un parteaguas en la historia de la entidad.
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