UNA RAQUÍTICA TRANSPARENCIA

19 septiembre, 2011

*La realeza y los plebeyos

*Que pague lo que debe…

Desde la REDACCIÓN

Es absurdo pensar que haya una Ley de Acceso a la Información Pública y de Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala y no se cumpla a cabalidad por parte de la mayoría de los entes públicos y más aún del Congreso del Estado y del propio Órgano de Fiscalización Superior (OFS).

Hasta el momento ha sido inútil, el esfuerzo que realizaron -en su oportunidad- tanto periodistas como catedráticos para promover la creación de una ley que permitiera ejercer adecuadamente una herramienta que conllevará a un sano ejercicio del derecho de la información y de la transparencia en la entidad.

Es sencillo apreciar que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los 60 municipios, así como los entes autónomos no ejercen plenamente con lo establecido en la propia ley que los obliga a transparentar el uso de su información pública a través de la vía del Internet.

Y por lo tanto, la mayoría de los representantes de estas instituciones han optado por incumplir con este principio, pues argumentan que si el Congreso del Estado y el OFS, instituciones que rigen la fiscalización y transparencia de los recursos no lo hacen, entonces por qué ellos deben cumplir con la norma.

Lo anterior, ha provocado la anarquía de los funcionarios públicos para ingresar en portales de Internet la información relativa al manejo de su información financiera, lo que deja en evidencia que de poco ha servido el trabajo de la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala.

La opacidad simplemente provoca la falta de cumplimiento por parte de los servidores públicos quienes están acostumbrados a no rendirle cuentas a la sociedad tlaxcalteca, de ahí que Tlaxcala ocupe uno de los últimos lugares en el país, en términos de transparencia y de derecho a la información pública.

Es tiempo que el Congreso del Estado, a través de su respectiva comisión haga un sano ejercicio para determinar el rumbo que ha tomado la norma en comento porque simplemente es una ley a letra muerta. También sería oportuno que revisará la actuación de la Caiptlax, pues está lejos de alcanzar una verdadera función.

Y es que tan mañosos se han vuelto algunos presidentes municipales que al saber que algún ciudadano solicita información pública rápidamente y le hacen cuentas de cuánto dinero le saldría obtener dicha información a través de copias certificadas, por lo que deja al mismo solicitante en estado de indefensión.

En términos generales, los servidores públicos tlaxcaltecas no han aprendido a convivir en un nuevo escenario denominado transparencia, pues para ellos es mejor tener la información bajo estrictas medidas de seguridad que antes subirla al internet y cumplir con la Ley en la materia. ¿En qué época vivirán?

Que pague lo que debe…

Algunos periodistas cuya pasión es el futbol se quejan de que el diputado federal y actual líder estatal del PAN, Sergio González Hernández, hizo una apuesta con ellos -en días pasados- de que su equipo el Real Texoloc, no ganaría la final en su respectiva liga y así fue. Sus pupilos fracasaron.

A casi dos meses de que se haya pactado dicha apuesta y de aquel día en que despeinado tocaba un tambor como energúmeno en las gradas del Estadio Tlahuicole de la capital del estado, no ha pagado su apuesta de más de mil pesos.

¿Acaso al legislador no le alcanzará su sueldo de más de 150 mil pesos mensuales para pagar y así poder cumplir con su palabra? Señor, diputado  los reporteros claman como dice una canción guapachosa “toma chocolate y que pague lo que debe”….

La realeza y los plebeyos

Es la primera ocasión que en muchos años que un gobierno en turno hace una descortesía a varios medios de comunicación a quienes los relegaron de la ceremonia oficial de la noche del Grito de Independencia, dentro de Palacio de Gobierno, por lo que quedó en evidencia la falta de sensibilidad de su mandatario.

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