DEMOCRACIA Y TRANSPARENCIA

19 septiembre, 2011

Por CLAUDIO CIRIO ROMERO

“Se requiere que demos (en México) un paso más en materia de transparencia…” dijo Calderón, entre tanta palabra, en la celebración del Día Internacional de la Democracia realizada en México, ante la delegada de la Organización de las Naciones Unidas, Hellen Clark.

Lo que más allá de los visos demagógicos del discurso oficial que busca legitimarse en lo que podríamos llama el “discurso de la transparencia”, nos  puede permitir reflexionar un poco en términos de la relación entre democracia y transparencia.

De hecho hemos señalado siempre que la transparencia es uno de los elementos clave de nuestro proceso incipiente de democratización.  Sobretodo si hablamos de cultura democrática o en consecuencia cultura de la transparencia.  Lo que sin complicarnos tanto las cosas, sociológicamente entendemos que sería fundamentalmente valores de comportamiento como la legitimidad, la legalidad, la tolerancia, el respeto y tantos otros que sabemos juntos corresponderían a una nueva cultura política que se aleje de aquella que se formó durante el régimen antiguo.

Partiendo de la idea de que, como lo plantea Ikram Antaki en su Manual del Ciudadano Contemporáneo (Ariel 2000, p. 146), la democracia es un largo trecho, es decir un camino con diversas etapas que las sociedades, transitan para constituirse como espacios de libertad y convivencia pacífica, podemos entender que la transparencia como un valor de signo democrático también es un camino que se recorre y que al recorrerse lo que se espera es que se avance en él.

La transparencia entonces como la democracia, no es por lo tanto un suceso sino más bien un proceso de constante construcción.

Dicha edificación estamos claros nosotros inició de una manera formal en nuestra entidad a partir de la entrada en vigor de la ley en la materia y de manera central con la constitución o nombramiento del Primer Consejo General de la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del estado de Tlaxcala.  Nadie puede negar que los Comisionados Francisco Mixcoatl, Alma Inés Zamora y Arturo Popocatl, pusieran los cimientos no sólo de este organismo autónomo sino de la tarea de garantizar los derechos fundamentales que le atañen de acuerdo a la ley.

Por lo tanto nos parece que lo que este Segundo Consejo General tiene como principal encomienda es darle continuidad a dicho rumbo de trabajo. Se trata entonces de pensar a Tlaxcala en el rumbo de la transparencia. Principalmente partiendo de la segunda definición que el diccionario de la Real Academia de la lengua Española da al sustantivo rumbo que dice es el “Camino y senda que alguien se propone seguir en lo que intenta o procura.”

En Tlaxcala, gobierno y ciudadanos debemos empeñarnos en continuar en el rumbo de la transparencia para fortalecer también el rumbo de la democracia.

Como CAIPTLAX, debemos proponer a Tlaxcala seguir el largo trecho de la transparencia que tenemos que construir como parte de la cultura política democrática que necesitamos.

Decir que estamos rumbo a la transparencia quiere decir que estamos en el camino que la construye o constituye y no que mediante él se llega a ella como si fuera un “lugar prometido”.

Que Tlaxcala como entidad federativa de nuestro país sea el rumbo de la transparencia nos parece que puede tomarse como el compromiso de avanzar en él, como dice el folklor popular, sin pausa aunque también sin prisa.

* Comisionado de la CAIPTLAX.

ccirior@caip-tlax.org.mx

 

 

 

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