DANIEL GIMÉNEZ CACHO

12 septiembre, 2011

*Todo un Señor Actor

Por ISRAEL SÁNCHEZ MONTIEL

En esta ocasión y aprovechando el mes patrio,  abordaremos desde esta emisión varios aspectos del cine nacional y para comenzar hablaremos sobre uno de los íconos del cine Mexicano: Daniel Giménez Cacho.

Nacido en Madrid España el 15 de mayo de 1961, avecindado en este país, desde temprana edad, Giménez Cacho es más mexicano que ibérico, me parece pertinente reclamar su nacionalidad como un patrimonio cultural de nuestro país.

Su carrera se remonta a inicios en series de tv pero fue hasta “Camino lago a Tijuana, 1991” de Luis Estrada (La ley de Herodes, 1991)  que Giménez Cacho hace su incursión definitiva en el cine para ya jamás salir. Participa posteriormente en “Cabeza de vaca, 1991” de Nicolás Echeverría para hacer su despuente principal en  “Sólo con tu pareja, 1991” de Alfonso Cuarón, http://www.youtube.com/watch?v=ca2X2Ztj_MA , otro patrimonio cultural de nuestro querido país.

Daniel Giménez Cacho es uno de los actores consagrados de México, un artista consumado y pleno “iluminado” de la actuación. Con casi 30 películas en su haber, puñados de obras de teatro y cortometrajes, nuestro querido Daniel demuestra sus dotes en cada presentación o papel, en el aplica el dicho de que “no hay papeles pequeños, sólo actores pequeños” y Giménez Cachos es un Gigante.

Demostrado a través de filmes como: la imaginativa Cronos (Guillermo del Toro, 1993), una ruda y deliciosa Profundo Carmesí (Arturo Ripstein, 1996) http://www.youtube.com/watch?v=h9-SqFDT010 , Vivir mata (Nicola Echeverria, 2002), en este mismo año hace una muestra inigualable de su talento apoteósico como actor en Aro Tolbukhin:

En la mente del asesino,  donde demuestra magníficamente la personificación de Aro un húngaro avecindado en Guatemala que se transforma en un asesino serial, dando cátedra de actuación en un filme que quizá fue subvalorado por los distribuidores pero que no impido que Daniel ganará el Ariel a mejor actor una vez más.

Posterior a esto Giménez Cacho participa en Nicotina, 2003 y en el año siguiente bajo la dirección de uno de los directores mundiales más reconocidos]: Pedro Almodovar en su película, La mala educación del 2004.

En el 2008, Giménez Cacho vuelve  a dar muestra de su inigualable talento en la laureada Arrancame la vida de Roberto Snieder, http://www.youtube.com/watch?v=m-SoV2eJxFM  como el Coronel Andrés Asencio, película basada en el libro homónimo de Ángeles Mastreta.

Una pieza muy bien lograda, capturada en locaciones de la ciudad de e Puebla y paisajes y haciendas de Tlaxcala;  en cuyo rodaje tuve la oportunidad de charlar con nuestro estimado Daniel, de poco más de 1.80 de estatura y una sencillez aún más notable, constatar su amabilidad y buen humor aun siendo un ícono del cine mexicano, lucia en ese entonces el “bigotazo” del coronel Asencio.

Por su actuación en Arráncame la Vida, recibe críticas de admiración y premios  alrededor del mundo, dando muestra al extranjero de su calidad histriónica, gracias a la magnífica distribución que se hizo de esta película y cuya calidad respalda estos esfuerzos.

Somos lo que hay, (Jorge Michel Grou, 2010) http://www.imdb.com/video/imdb/vi58235161/  y El Infierno, (Luis Estrada, 2010) son de las participaciones más recientes de nuestro actor en cuestión.

Actor de cine, ¡pero actor de cine!, participante en series y novelas de tv, teatrero, actor de doblaje y un virtuoso de la actuación Daniel Giménez Cacho es un baluarte inigualable de nuestra industria en donde escasean los actores que surgen propios de cine, donde estamos sumergidos en un contexto donde las telenovelas aportan el talento frente a cámara y por lo tanto, en mi muy particular opinión, se exacerba la dramatización y se transforma el cine mexicano en muestras de dos horas sorbe lo que se ve en pantalla chica durante meses: mala calidad histriónica.

Giménez Cacho es y será reconocido como un comprometido y un profesional de su quehacer, modelo de trabajo y sobre todo de talento, que si bien se nace con él debería de por lo menos ser imitado por los “actores” (sí, entrecomillado) que andan por ahí llenando las lentes del cine mexicano sin detenerse a pensar en mejorar su labor a los niveles que Don Daniel Giménez ha llegado. Larga vida a él y a su talento.

¡Corte y Queda!…

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