19 septiembre, 2011
Por CORAZÓN DE PIEDRA VERDE
Quizá el título te suena conocido, claro, es el nombre de un documental de Olallo Rubio. Tan sólo el tema deja ver todo lo que encierra la pregunta, pero ¿tú… cuánto cuestas? ¿Tienes precio? Nuestra sociedad, desde siempre nos ha obligado a pertenecer al sistema capitalista, sistema que nos dirige en nuestra economía y gobierno, manteniéndonos como sociedad pasiva y consumista.
México, lamentablemente, ha pasado a ser en gran parte de la materia prima de nuestro vecino cercano: Estados Unidos de América, potencia mundial que tiene una gran influencia sobre nosotros, pues tiene la oportunidad de hacernos los mayores consumidores de sus productos de baja calidad, pues aunque nos los hacen ver como lo mejor del mercado, la realidad es otra.
Es triste decirlo; quizá no te guste, ya que suena cruel y racista, pero somos esclavos de Estado Unidos, su manipulación es tan vil, que logra hacer que lo odiemos, pero que necesitemos de él a cada segundo, a cada minuto, a cada hora, que necesitemos de él toda nuestra vida. La humillación no basta, es necesario más, pide con ansias nuestras vidas, nuestra razón.
Hoy en día, el capitalismo que nos rige necesita de hombres que cooperen mansamente y sin hacer preguntas para consumir más, mientras más de estos hombres pueblen el planeta, mayor será su riqueza.
México es tan solo una copia barata de Estados Unidos, una copia pirata que se ve mal; que aunque tiene su propia identidad y es más rica que la del vecino, la rechaza para presumir lo que no es suyo.
Es lamentable esta actitud, y que además culpemos al gobierno (el cual, en muchas ocasiones es un total mediocre), porque una cosa es cierta: el gobierno no ha sido indispensable para el hombre, pues no necesita de este para trascender, ni mucho menos para cambiar al mundo.
Antes de celebrar nuestras fiestas patrias, la gente (que por cierto, no tiene nada que hacer en su casa) comenzó a divulgar una convocatoria: el invitar a la gente a no ir a celebrar el grito, pues o teníamos nada que celebrar ¡caray! ¿Acaso fueron extranjeros quienes publicaron esas barbaridades?
No debíamos celebrar a nuestros gobernantes, si no a nosotros mismos como mexicanos, porque cada día ponemos un granito de arena, para que nuestro país sea mejor y nos sintamos aún más orgullosos del lugar que nos vio nacer.
El problema radica, en que, el consumismo estadounidense nos hace sentir Norteamericanos y nosotros mismos rechazamos nuestras raíces.
Por eso no hay que olvidar que todos y cada uno de nosotros somos más mexicanos que el nopal y la tuna juntos. México no es un país de gente pobre. MÉXICO es un país con hambre de libertad y justicia, de personas valiosas y de riquezas inigualables.
Sintámonos, entonces, orgullosos de nuestro país y no del vecino, pues son nuestras manos las que trabajan por una mejor calidad de vida, pues la felicidad es nata en nosotros; dejemos de consumir los productos de EUA y consumamos lo nuestro, más sano y que además beneficia a nuestra economía.
Nosotros no debemos ser eslavos, no tenemos precio, no somos un producto de Estados Unidos, solo por eso celebremos nuestra Independencia, la de hace 200 años y la que debemos iniciar para alejarnos lo mayor posible del sistema capitalista estadounidense.
http://comunirresponsables.tumblr.com/