¡AL GRITO DE OLÉ!…

14 septiembre, 2011

*Los Héroes de Independencia taurinos

Por EVA ESPINOSA

Quizá algunos de los lectores estarán enterados que nuestros Héroes de Independencia eran aficionados a la fiesta brava y hasta ganaderos de toros de lidia.

El Padre Hidalgo fue ganadero de reses bravas, que era dueño y administraba tres haciendas ganaderas  Jaripeo, Santa Rosa y San Nicolas de Peralta  que incluían toros de lidia. Además, Ignacio Allende, era un militar sumamente diestro en el manejo de los caballos y por consiguiente magnífico rejoneador y que con frecuencia participaba en festejos taurinos.

El torero español Agustín Marroquín que emigró a México a principios del siglo XIX como ayudante del Virrey Iturrigaray. Por algún motivo regresó a su antigua profesión de torero y era conocido en sus andanzas como “El Torero Marroquín”. Por circunstancias no muy claras pero sin duda, teniendo que ver con algún delito.

Se encontraba preso en una cárcel por los rumbos del bajío; cuando fue liberado por Hidalgo junto a otros presos que se unieron al movimiento. Entre sus últimas y célebres “actuaciones” fue pasar por las armas con su espada de matar toros a un sin número, -se habla de trescientos o mas- de españoles residentes en Guadalajara, Jalisco cuando la turba insurgente pasó por esa ciudad.

El general y torero aficionado Ignacio María Allende y Uzaga, héroe de nuestra Independencia, un día toreo en suerte, matando a un toro que era de bandera y bravura. Allende tardó en matar y no se esperaron los gritos de: “¡Éste bien que te conoce!”; “¡No le matas ni con un cañón!”; “¡Le han asustado las patillas!”…

Lo cual molestó a Allende, ya que también hubo apuestas entre el público sobre el fin que tendría el toro, logrando matar de un estoconazo, con lo cual el público le dio una gran ovación jamás escuchada en la Nueva España.

Pues bien, la fiesta a través de los años, siempre ha sido un escenario en donde los personajes más inciertos han intervenido, los Héroes de la Independencia eran grandes aficionados y lucharon por darnos libertad.

Algunos cuantos toreros y pseudos aficionados se han sentido “Aguerridos Libertadores de la Fiesta” y que como un enemigo la han mancillado, pues bien formemos esa Gran Conspiración por darle esa verdadera libertad y grandeza como la de nuestra patria.

Ahora es el momento de que los taurinos también luchemos por la libertad de nuestra fiesta y demos en un unisonó grito de ¡Olé!… que haga vibrar nuestra sangre torera.

¡MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA Y UN OLÉ!… POR LA FIESTA

Fuente: Crónicas de la Independencia. SEDENA

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