¡AGUAS!

05 septiembre, 2011

Por EDGAR R. CONDE CARMONA

edgarconde@indicemedia.com.mx

Las alarmantes imágenes que nos regalaron los medios de comunicación en Tlaxcala, en las que se aprecian una crecida significativa del Zahuapan que estuvo a punto de desbordarse, son el recordatorio que en materia de Protección Civil requerimos una cultura de prevención que nos permita actuar en situaciones de emergencia.

De ahí que resultan significativas las declaraciones del director del Instituto Estatal de Protección Civil (IEPC), Mateo Morales Báez, quien planteó la necesidad de “tomar otras medidas más eficientes a largo plazo para encauzar las aguas pluviales y evitar inundaciones”.

Frente a la contingencia y pese a las declaraciones del funcionario estatal, resultan lacerantes las evidencias ofrecidas por vecinos de la colonia Adolfo López Mateos quienes han sufrido las consecuencias de una inadecuada planeación en el establecimiento y desarrollo de los asentamientos humanos.

Y en este punto se hace necesario un replanteamiento para que las autoridades estatales y municipales generen una reglamentación más específica y enérgica que impida la construcción de viviendas en zonas cercanas a puntos de alto riesgo.

De otra manera no estaríamos escuchando como cada año problemas como: “el agua viene ya con tierra, con basura y con lodo y sobre todo cómo flota de las atarjeas el olor muy fétido; pero es cada año y estamos muy acostumbrados”.

Durante años se han violado los planes de Desarrollo (tanto municipales como estatal), sin consecuencias legales para autoridades municipales, de comunidad, constructores y vecinos, que han incurrido en faltas por permitir o realizar la construcción de viviendas en zonas de alto riesgo.

A estas alturas es inconcebible que una colonia como la López Mateos se haya erigido en una de las zonas topográficas más bajas de la ciudad capital pese al riesgo de constantes inundaciones.

Frente al reto de buscar soluciones correctivas, el IEPC, en voz de su titular, ha hecho del conocimiento público que ese organismo “está preparado” para enfrentar cualquier contingencia ante el incremento de lluvia por la temporada de huracanes. El gran problema es que la “preparación” a que se refiere Mateo Morales Báez consiste en “láminas, colchonetas y cobijas”.

La otra medida de “preparación” es el llamado hecho a la ciudadanía tlaxcalteca para “permanecer alerta ante la temporada de lluvias intensas, como la que actualmente se presenta”, que se complementa con el constante monitoreo que se hace en las diferentes áreas donde existen riesgos que pongan en peligro la integridad de las personas.

De aquí se hace imprescindible generar otras medidas de prevención y seguridad, particularmente porque de acuerdo con los reportes presentados por el director de la Comisión Nacional del Agua en Tlaxcala, Carlos Morales Badillo, “las lluvias provocaron la presencia de grietas en tramos” del río Zahuapan.

Y aunque se supone que estos daños no representan peligros para la población, es menester que los organismos relacionado con el tema de la protección civil coordinen a otras instancias para presentar en breve un diagnóstico completo sobre los puntos más vulnerables (a lo largo de todo el recorrido del río), que permitan incluso predecir el comportamiento de este cuerpo de agua (y otros efectos colaterales) de acuerdo como se vayan registrando los fenómenos meteorológicos que asolen la entidad.

El ejemplo que mejor puede ilustrar lo dicho lo tenemos en el puente peatonal que atraviesa el Zahuapan en las inmediaciones de “El Molinito”, el cual se encuentra al borde del colapso, producto de los desgajamientos en los bordos de los márgenes de la corriente.

Lo que sí es imprescindible es que las acciones que se proyecten tengan como principal objetivo salvaguardar la seguridad y la integridad de miles de personas que pueden estar en riesgo frente a los embates naturales que pueden acontecer en la entidad.

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