15 agosto, 2011
Desde la REDACCIÓN
El nuevo presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Francisco Mixcoatl Antonio, anda totalmente perdido en su nueva responsabilidad, pero lo peor de caso es que ya comenzó a despedir personal para acomodar a sus incondicionales, por lo que se avecina una temporada difícil en esa institución.
Hay un malestar por parte del personal que lleva años trabajando en dicho organismo porque de plano el ombusdman anda en un plan insoportable, por lo que queda en evidencia que la lista de compromisos es mucha tanto con algunos diputados locales y hasta con periodistas.
Otro que también anda presionando al presidente es el consejero Javier Santillán Cuautle, quien le ha solicitado algunos espacios para acomodar nada más y nada menos que a gente de la diputada local, Lorena Cuéllar y tal parece que la CEDH, jamás dejará de ser agencia de colocación de empleos.
Lo anterior, ha generado malestar por parte de algunos trabajadores de la comisión que fueron obligados a presentar su renuncia y éstos mismos han decidido que llevarán su caso a los tribunales ya sea para exigir su reinstalación o bien sean liquidados conforme a derecho.
Mixcoatl Antonio de plano no sabe qué hacer dentro de esa institución, debido a que ignora por completo el funcionamiento de la misma y sólo se ha dedicado a hacer declaraciones a la prensa para justificar que su nombramiento fue legítimo. Para muchos queda claro que fue una imposición y así fue.
Y es que este personaje es trapecista político que está acostumbrado a rendirle tributo a quien tenga que hacerlo para ocupar diversos cargos dentro del sector público y por lo tanto, estará sujeto a compromisos de toda índole. Sus amigos de parranda seguramente también le pedirán privilegios.
La interrogante siempre surgirá: ¿Hasta cuándo la CEDH dejará de ser un espacio para el pago de parcelas de poder? ¿Hasta cuándo se buscará el Servicio Profesional de Carrera? ¿Hasta cuándo la comisión cumplirá su tarea en beneficio de todos y no de unos cuantos?…
Los legisladores desbalagados
De plano, el gobernador Mariano González Zarur, está preocupado porque la bancada del PRI en el Congreso del Estado, no le ayuda en mucho. Simplemente, los legisladores priístas han hecho hasta tres grupos para hacer su labor legislativa y sólo se la pasan viajando varios de ellos.
González Zarur ha girado instrucción a Arnulfo Arévalo Lara, al más gris de los dirigentes que ha tenido el PRI en Tlaxcala, para que ponga orden dentro de la bancada porque simplemente el líder de la bancada, Héctor Martínez anda perdido y se la pasa en restaurantes y cafeterías.