Lo negro de un mercado de arte

15 agosto, 2011

*Más de cien piezas de arte sacro han sido robadas

Por la REDACCIÓN

Segunda y última parte

En los últimos diez años, la iglesia católica en Tlaxcala ha sido víctima del robo de más cien piezas de arte sacro, de las cuales sólo una se ha recuperado por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), revela el enlace interinstitucional de la Diócesis den Tlaxcala, Arnulfo Rojas.

Señala que desgraciadamente la recuperación de piezas religiosas es mínima, pese al esfuerzo que han hecho las autoridades para investigar los robos que se han cometido en los últimos años. No obstante, reconoce que el índice de robos ha bajado en los últimos tres años.

Precisa que las autoridades y la misma iglesia han establecido acciones de vigilancia en los 700 templos que hay en la entidad, por lo que un elemento básico es contar con el apoyo de la sociedad misma. Agrega que sólo en siete templos de Tlaxcala hay sistema de tele-vigilancia.

Con base en lo anterior, dice que plantearán a las autoridades para que haya un incremento de vigilancia de cámaras en más iglesias de la entidad, a fin de frenar los robos que se dan principalmente piezas de arte sacro cuyo destino es el mercado negro del país y a nivel internacional.

En este sentido, dice que los ladrones de piezas antiguas saben perfectamente los sitios en los cuales comercializarán las mismas e incluso han adoptado nuevos mecanismos que les permitan sustraer piezas sin que nadie lo perciba, una de ellas es que desciendan a rapel a través de las cúpulas.

El presbítero detalla que la Diócesis ha girado comunicados a todos sus sacerdotes para que estén al pendiente de los templos; es decir, la ciudadanía nos debe ayudar para que se eviten más robos.

Incluso, comenta que se han presentado casos en los cuales los pobladores han evitado que ladrones sustraigan piezas de arte sacro. Cabe señalar que hace unos siete años habitantes de Nativitas frenaron un intento de robo del Niño Dios que es la parte más querida para el barrio de la Aurora.

Argumenta que la PGR ha dado seguimiento puntual a las denuncias presentadas por parte de la iglesia católica, pero desgraciadamente las piezas recuperadas han sido mínimas, pues sólo una que hurtaron en un templo de Contla de Juan Cuamatzi, fue regresada por el INAH hace unos días.

Lo hurtado

En mayo de 2010, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Procuraduría General de la República presentaron una serie de piezas de arte sacro y prehispánico que componen la que llamaron la más grande recuperación de bienes de la que se tenga noticia en los últimos años.

De acuerdo con la información oficial, las piezas habían sido robadas en Puebla, Hidalgo y Tlaxcala, y se localizaron a partir de cateos en Tlaquepaque, Jalisco; Iztapalapa, ciudad de México, y en Apizaco, Tlaxcala.

En ese entonces, las autoridades de la PGR no dieron mayores detalles porque, como dijo Arturo Germán Rangel, titular de la Subprocuraduría de Investigaciones Especializada en Delitos Federales de la Fiscalía mexicana, aún se investigan estos hechos delictivos.

Por esta misma razón, decía “no se puede concluir que se trate de una red de traficantes de arte, pero deducía que los estados donde se presenta con mayor frecuencia el robo de arte sacro son Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Jalisco y Guanajuato, y la ciudad de México.

En julio de 2010, en la delegación Iztapalapa fue asegurado un lote de 174 piezas arqueológicas, de las cuales 32 son falsificaciones.

Allí también se encontraron dos pinturas al óleo, robadas en Puebla y Tlaxcala, junto a textiles, libros antiguos del siglo XVIII, tres esculturas de madera policromada, y fragmentos de obras que datan del siglo XVIII.

El tercer cateo, también realizado este julio en la ciudad de Apizaco, Tlaxcala, condujo al hallazgo de seis piezas de origen prehispánico y distintos objetos religiosos, entre ellos una tesela de piedra, una máscara de obsidiana, una figura antropomorfa de jadeíta y cuentas, así como varias pinturas.

Tras explicar las características de las obras y cómo fueron encontradas, Rangel dio como ejemplo del costo de las piezas que parte de las obras encontradas en Tlaquepaque oscilan entre los 35 mil a 150 mil dólares.

Por esta razón, la PGR integró una lista con cerca de 400 obras de arte sacro y piezas arqueológicas, robadas de 1999 a la fecha en diversas entidades. Como resultado de ello, hay diez investigaciones en trámite.

“Compactamos todas las averiguaciones previas que estaban dispersas, porque algunas denuncias se presentan en el fuero común, a pesar de ser un delito federal”, decía en ese entonces Rangel.

Datos recabados por este semanario indican que en el domicilio de Iztapalapa se localizaron también dos pinturas al óleo, una de ellas titulada Virgen de Guadalupe, también robada de San Gabriel Ometoxtla, en el municipio Juan C. Bonilla, Puebla.

En la misma fecha que la obra anteriormente mencionada; y la otra denominada La muerte de Jesús, sustraída el 21 de enero de 2009, del templo de Santa María Tlacatecpa, en Contla, la cual fue regresada por la PGR hace aproximadamente a los habitantes que incluso celebraron con fiesta.

Robo doloroso

El propio Arnulfo Rojas señala que un golpe que dolió mucho fue lo que ocurrió en la iglesia de San Nicolasito, hace unos días y es que jamás había ocurrido algo así que robaran especies eucarísticas (hostias), es decir lo que lleva el cuerpo y la sangre del señor y es por ello “nuestra conmoción”.

Además, recuerda que en los últimos tres años se ha dado el robo de 15 campanas, principalmente de iglesias pequeñas que permanecían cerradas y para algunos ladrones en más fácil vender este tipo de metales que todo escultura y queda claro que ahora van por cosas más prácticas.

Cita que en lo que va del año se han dado cuatro robos de cuyas iglesias han sustraído limosna, artículos de sonido, campanas y ahora el robo del cáliz. Argumenta que otro golpe fuerte que sufrió la iglesia católica fue en Huamantla donde se robaron 14 lienzos.

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