08 agosto, 2011
* Hace tiempo se hablaba de que los robos de este tipo eran para profanar o bien para realizar misas y magias negras, dice la iglesia.
Por JAVIER CONDE
Primera de dos partes
También la Conferencia del Episcopado Mexicano, manifestó su total rechazo al robo que se cometió en la iglesia de San Nicolás de Tolentino (San Nicolasito) en la capital del estado y pidió enérgicamente a los ladrones regresar las formas consagradas que contienen el cuerpo de Jesús Sacramentado.
En un comunicado de prensa, el máximo órgano de dirección de la iglesia católica y representación del Vaticano en México, fijó su posición frente a los hechos ocurridos el día 26 de julio, cuando unos delincuentes robaron dicho templo, ubicado a una cuadra de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Se unió a la voz del obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, en la cual señala que se ha cometido un grave pecado de sacrilegio, ya que fueron robadas las hostias consagradas que estaba dentro del Sagrario, por lo que constituye un grave atentado en contra de la iglesia católica.
Fuentes de la Diócesis de Tlaxcala que fueron consultadas por este semanario señalan que el robo fue debidamente planeado por los malhechores, toda vez que dichos sujetos ingresaron por la parte alta del templo, específicamente, por una cúpula del templo, por lo que nadie presenció el suceso”.
No obstante, señaló que la Conferencia del Episcopado Mexicano citó al obispo de Tlaxcala, una vez que se denunciaron los hechos ante las autoridades correspondientes y por esta razón, Moreno Barrón dijo su postura a través de un boletín de prensa donde expresa su pesar y malestar.
Confesó que por normas de la propia iglesia católica el caso se tuvo que notificar al Vaticano, al Papa Benedicto XVI, porque es un aspecto delicado porque simplemente las hostias representan la sangre de Cristo, para los devotos.
Además, la informante explicó que el cáliz robado no es de material de oro, sin embargo, es un metal que se puede vender en lugares donde compran este tipo de aleación, pero lo cierto, es que los ladrones “no tienen perdón de Dios”.
“Aquí lo más importante es que la Santa Sede nos pedirá cuentas, porque no es lo mismo a que se roben una pieza de arte sacro a las formas consagradas que contienen el cuerpo de Jesús Sacramentado y qué le vamos a responder al Papa Benedicto XVI”, subrayó.
Conmoción
Para el enlace interinstitucional de la Diócesis de Tlaxcala, Arnulfo Rojas el robo de las hostias conmocionó a la grey católica y por supuesto a los feligreses en general, ya que hurtaron la parte esencial de la vida cristiana, porque a eso “vamos a la iglesia a celebrar la eucaristía”.
Sostuvo que el obispo hizo lo correcto al excomulgar de inmediato a los culpables de este robo. Sin duda este acto “nos cambia la óptica de lo que teníamos… hace tiempo se hablaba de los robos de este tipo se utilizaban para la profanación o bien en misas y magias negras, pero en el caso de San Nicolasito fue el robo del metal”.
“Si en algún momento he visto conmocionado al señor obispo, ha sido en esa ocasión, es un aspecto que nos golpeó mucho… la instrucción que nos ha dado es que continuamente se hagan pronunciamientos de desagravio durante las homilías… en todas las parroquias hay jornadas de oraciones”.
La nueva orden…
Con base en lo anterior, comentó que la instrucción del líder de la grey católica en Tlaxcala, es que nunca se deje sola una iglesia, que se custodie y guarde perfectamente el Sagrario, por lo que considero que debe aumentar el sistema de tele-vigilancia en más santuarios de la entidad”.
Asimismo, ratificó que el hurto a la citada iglesia se dio por una de las cúpulas, por lo que creemos que descendieron con la técnica del rapel a fin de sustraer dicha pieza con las hostias y que tanto “nos duele que se las hayan llevado”.
En este sentido, precisó que en las 700 iglesias que hay en el estado, se pondrá mayor cuidado en el Sagrario y desde luego en todas las reliquias que hay dentro, pero lo cierto es que el más reciente robo “nos deja con un profundo dolor a quienes profesamos nuestra devoción a Dios”.
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