CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

29 agosto, 2011

* Todos tenemos los mismos derechos

Las acusaciones de discriminación contra personas con preferencias hacia personas del mismo sexo, por parte de servidores públicos, es un hecho que debe llamar la atención de todos los actores sociales de la entidad.

Sin entrar al tema de las preferencias sexuales, asunto que no está a discusión en este momento, todas las personas en su condición de seres humanos, tenemos derechos fundamentales que, de no ser respetados violentan el equilibrio social.

No es permisible, en pleno siglo XXI, la denuncia presentada por el presidente del Comité de Diversidad Sexual Tlaxcala (CDST), Alberto Juárez Pereyra: las acciones discriminatorias “predominan en espacios gubernamentales; llegas y como que te quieren tratar mal, como que te ven raro, como que no te dan la atención que deben como a cualquier ciudadano”.

Si bien es cierto que la de Tlaxcala es una sociedad más bien conservadurista, es inaceptable que por prejuicios, las autoridades como el Ministerio Público hagan patente su rechazo hacia personas transexuales, transgénero o travestis, situación que ha motivado que quienes tienen preferencias sexuales diferentes eviten presentar denuncias aun en contra de sus propia integridad y de sus bienes.

Frente a este escenario es urgente que todas las dependencias de los gobiernos, estatal y municipales, adopten medidas con las cuales se pueda revertir esta dinámica que, al final de cuentas, perjudica a seres humanos que prefirieron asumir un rol diferente al que establecen las etiquetas sociales.

De otra manera, seguirán soterradas en el olvido y en la inacción las averiguaciones sobre ocho crímenes cometidos contra homosexuales, crímenes que “no han sido esclarecidos”.

La tarea será de la LX Legislatura que, de acuerdo con el dicho del presidente del CDST, Alberto Juárez Pereyra, tiene en la “congeladora” la iniciativa de Ley para Prevenir y Erradicar  la Discriminación en el Estado de Tlaxcala y la de Sociedades en Convivencia.

No será con prácticas discriminatorias como se solucionen los problemas; por el contrario nos orillamos a un mundo que vive fuera de la ley, pues la discriminación no sólo afecta a este sector de la sociedad, sino incluso a grupos más grandes como a los indígenas o a las personas con capacidades diferentes.

Urge que desde el gobierno del estado se inicie una campaña que combata frontalmente la práctica de la discriminación en cualquiera de sus modalidades; todos os seres humanos tenemos las mismas oportunidades y los mismos derechos; por lo que tenemos que ser tratados con la misma dignidad y con el mismo respeto.

Después de todo, las preferencias personales (religión, sexo, cultura, educación, por citas algunas variantes) son lo que nos dan riqueza como seres humanos y nos hacen seres superiores frente a los animales irracionales. Ni los falsos pudores ni las vendas hipócritas son la solución a este fenómeno que lacera nuestras condiciones de seres humanos.

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