11 agosto, 2011
Por JAVIER CONDE GUTIÉRREZ
Alistan bunkers en el PRI y PAN
El clima preelectoral ha comenzado en el estado, principalmente, entre las dos fuerzas políticas más importantes como es el PRI y el PAN, las cuales han planteado acciones muy concretas de lo que será su trabajo de cara al proceso democrático del próximo año.
En ambos institutos políticos se han visualizado acciones muy específicas que buscarán ganar más espacios dentro de la sociedad a través de sus candidatos y por esta razón, desde los gobiernos estatal y federal moverán a sus respectivas estructuras para obtener el triunfo en las urnas.
La última visita de Felipe Calderón a Tlaxcala dejó un claro mensaje de que aquella mujer que se sentó a su lado, Adriana Dávila debe ser candidata al Senado, pase lo que pase, pero la disyuntiva estriba si el exgobernador Héctor Ortiz aceptará que él o su hermano Serafín vayan en la segunda posición de la fórmula.
No obstante, dentro del PAN el movimiento de los grupos es un hecho y varios de sus militantes prácticamente ya se definieron con qué presidenciable irán y la brújula apunta a que la mayoría se aliará con la diputada federal, Josefina Vázquez Mota, por lo que la asignación de candidaturas está en el aire.
Vázquez Mota, precisamente, le ha dado la encomienda a la exdelegada estatal del ISSSTE, Aurora Aguilar Rodríguez, para que comience con la operación cicatriz dentro de Acción Nacional, lo que indica que es una medida audaz porque después de la elección donde perdieron la gubernatura nadie lo había hecho.
Aurora se ha dado a la tarea de platicar con los cuadros más representativos del PAN, para convencerlos de que Vázquez Mota tiene la suficiente fuerza para lograr la candidatura a la primera magistratura y quizás tenga razón porque el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, para muchos es un político novato.
En este sentido, quedan abiertas diversas interrogantes sobre quién será el candidato del PAN a la presidencia de la República. De perder Ernesto Cordero quien es el delfín de Felipe Calderón, el escenario político se complicaría para Adriana Dávila quien no es bien vista en diversos cuadros del PAN nacional.
Así de sencillo, Aurora Aguilar se podría convertir en una pieza clave en el próximo proceso electoral en Tlaxcala, pues para muchos es una mujer que tiene todas las tablas para buscar un escaño ya sea en el Senado o bien en la Cámara de Diputados Federal, pero sobre todo seguirá siendo incomoda para Adriana Dávila.
No obstante, el propio Ortiz Ortiz definirá a qué carta le apostará porque sencillamente tiene todo el peso político dentro de Acción Nacional para definir a qué candidato apoyará aún cuando su relación política con Calderón Hinojosa cambie, por lo que la situación electoral para el presidente es dudosa.
Por lo pronto, militantes como Julián Velázquez Llorente, Aristarco Cortés Martín, Sergio González Hernández, Benjamín Ávila Márquez, Damián Mendoza Ordóñez e incluso el diputado local, Adolfo Escobar Jardínez, podrían sumarse al proyecto político de Josefina y para ello Aurora está siendo pieza clave.
¿Priísmo recargado?
Mientras que en el PRI, las cosas parecen que estarán sujetas a la decisión del gobernador de estado, Mariano González Zarur. La distribución de las candidaturas deberá ser cautelosa porque de lo contrario el PAN o el PRD podrían darle un descalabro a quien gobierna el estado.
El discurso del dirigente nacional, Humberto Moreira Valdéz, fue claro el sábado pasado durante su estancia por Tlaxcala. Toda la estructura del Revolucionario Institucional será sometida a una revisión minuciosa para dar la batalla político-electoral a sus principales adversarios políticos PAN y PRD.
Por esta razón, González Zarur tiene que pensar en una medida inteligente que le permita elegir sin disgustos de sus cuadros a los abanderados priístas, porque de lo contrario los votos podrían ser diferenciados más de lo normal y sería su primer fracaso electoral para el mandatario que está obligado a entregar buenas cuentas.
Pero por lo pronto, Arnulfo Arévalo Lara tiene la encomienda de comenzar a realizar su trabajo político y poner en orden la casa del priísmo tlaxcalteca y por esta razón tiene que articular un buen trabajo con los diputados y los presidentes municipales para que la máquina electoral funcione correctamente.
Sin embargo, en este último punto queda en duda sí Mariano González y Arnulfo Arévalo tendrán el tiempo suficiente para ordenar a la militancia priísta, dos casos en específico a los alcaldes de Tlaxcala y Huamantla, Pedro Pérez Lira y Carlos Ixtlapale Gómez, quienes representan un peligro para los intereses del PRI.
De no llamarles la atención al par de ediles, el costo electoral podría fraguarse en dos municipios que son fuertes electoralmente. Así es que la plana mayor del priísmo deberá meter en cintura a dos chamacos que no han entendido cuál es su función dentro de la política y la administración pública.