ADULTESCENTES

15 agosto, 2011

Por CORAZÓN DE PIEDRA VERDE

Hoy en día, nuestra sociedad está llena de pequeños precoces, quienes pretenden actuar como gente “grande” (porque tacharlos como “maduros” sería completamente un error) para demostrar de cierta forma su independencia ante los ojos de sus amigos contemporáneos y su rebeldía a los mayores. Una verdadera plaga social son los “adultescentes” quienes causan muchos dolores de cabeza.

Las sociedades humanas han ido evolucionando conforme al transcurso de los años y gracias a las distintas formas de pensar de cada persona, estas sociedades son conformadas por distintas expresiones culturales; algunas se tornan un poco más conservadoras, mientras otras tienden a distorsionarse, esto a causa de distintos factores que afectan su estructura y las transforman radicalmente.

Cuando una sociedad pierde su estructura original, es decir, se distorsiona, es porque las bases nucleares de esta sufren cambios radicales que afectan su sano desarrollo; cuando una familia pierde la democracia que la mantiene “sana”, “normal” o “común”, lo pierde todo pues deja entonces de existir la comunicación, el respeto y la tolerancia, valores básicos y necesarios.

Dentro de los múltiples conflictos sociales que se presentan en el estado de Tlaxcala, están el alcoholismo y el embarazo precoz; dichos conflictos son precisamente el resultado del comportamiento “adultecente”, al querer seguir falsos patrones de comportamiento que vemos día con día en los diferentes medios de comunicación audiovisual.

El comportamiento de este tipo de sociedad que se ubica entre los doce y diecisiete años no es necesariamente provocado o causado por falta de comunicación familiar, falta de valores o por imitación de roles, también, y en la mayoría de la ocasiones se debe a la influencia que los mismos “cuates” imponen para poder pertenecer y permanecer a un grupo o circulo social.

Aún, gran parte de la población tlaxcalteca está de acuerdo  que este tipo de comportamiento afecta en gran medida al desarrollo de la cultura dentro de estado pues cuando dichas actitudes se salen fuera de control los resultados son fatales accidentes viales o abandono parcial o total de un estudio necesario para alcanzar un pleno desarrollo social.

Estos factores son cada vez más comunes y frecuentes, quizá, tal vez por la distorsión que se le ha dado a la diversión, al sexo y al amor. Ética y moralmente este tipo de actitudes siguen siendo vistos como incorrectos, según gran parte de la población adulta, pues lamentablemente estos tipos de actos comienzan a ser vistos como “normales” por las nuevas generaciones que nos suceden.

Como ciudadanos Tlaxcaltecas tenemos la obligación de mantener a nuestro estado sano y advertir a nuestros conocidos, y porqué no también a los desconocidos, solo para mantener esa armonía que nos caracterizo por muchos siglos y que estamos a punto de perder.

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