TRANSPORTE PÚBLICO A REVISIÓN

18 julio, 2011

* ¿Pasarán otros seis años y seguiremos igual?

Lo dicho por el gobernador Mariano González Zarur durante la reunión que sostuvo con líderes transportistas de la entidad sobre acerca de que “voy a corregir el error que cometí y que cometió Gisela. Concesiones que por ley tenían el tiempo, que ya estaban perdidas, se van a perder, de una vez se los digo” debe alertar a todos los tlaxcaltecas.

Sobre todo porque la frase desvela que, contrario a lo que pregona el discurso marianista, al interior del gobierno del estado hay grupos o personas que violentan la ley con el único propósito de cumplir compromisos de carácter político.

¿En qué consistió el error que cometió Mariano González y que cometió Gisela Santacruz? ¿Por qué habrá que corregir ese error? ¿Por qué apela al “apoyo de la mayoría”? ¿Por qué tuvo que mencionar el punto como si estuviera rindiendo un informe?

Pero el problema real que podemos observar tras la reunión con transportistas refleja el actuar timorato del gobierno estatal frente a un sector que se ha ido apoderando de espacios y que hoy, a pesar de ser concesionarios, tienen la suficiente fuerza como para retar a un gobierno al rechazar las políticas aplicadas por la titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gisela Santacruz Santacruz, sobre la realización de operativos e imposición de sanciones.

La sociedad exige al gobierno estatal que, en efecto, se realice una profunda y seria revisión al transporte público, pero no sólo para satisfacer las demandas presentadas por los concesionarios, sino, sobre todo, para garantizar a la población un servicio seguro, barato y de calidad.

Y si, en efecto, la palabra de “revisar el transporte público” es seria, vayamos proponiendo, por ejemplo, una regulación de los transportistas que, sin autoridad (municipal o estatal) que los meta en cintura, se adueñan de espacios públicos en los 60 municipios de la entidad; determinan (contrario a las necesidades de vialidad y seguridad) las rutas por las que transitarán; o no respetan descuentos a estudiantes o adultos mayores.

Tomemos la palabra al gobierno del estado para que regule a un sector en el que menores de edad, sin licencia y sin conocimientos, se convierten de facto en conductores de unidades, con lo que ponen en riesgo a los miles de usuarios que tenemos la necesidad de utilizar el servicio.

Sí, señor gobernador, tendrá usted el apoyo de la mayoría, si en esa “revisión al transporte público”,  se incluye un esquema en el que las concesiones de transporte estén condicionadas, anualmente, a que cada juego de placas no haya participado en accidentes o infracciones de tránsito.

Los tlaxcaltecas estamos esperando que, como lo dijo el propio González Zarur: “cumpliré mi responsabilidad y ejerceré mis facultades  para que de manera transparente se logre el objetivo de regularizar concesiones y rutas, así como modernizar el parque vehicular y capacitar a los permisionarios”. De otra manera, sólo serán palabras.

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