18 julio, 2011
Por CORAZÓN DE PIEDRA VERDE
Quizá alguna vez has leído “La compañías de las moscas” de César Mallorquín. Es un cuento que podría considerarse un tanto cruel por el contenido del contexto en el que se desarrolla. Pero este ensayo no se enfoca a esta historia, más bien intenta enfocarse en un sólo tema: la muerte.
Son tantos los “rumores” y “presagios” que surgen con respecto al fin del mundo, que la gran mayoría de la gente se encierra en falsas ideas sobre muertes trágicas y dolorosas; de lo que muchos no se quieren dar cuenta es que la muerte es un necesario ciclo del ser humano que no puede evitarse de ninguna manera.
¿Pero realmente qué es la muerte? Todos sabemos (por parte de nuestros ancestros), que la muerte solo es un “estado transitorio por el que debemos pasar todos en algún momento, esta debe de llegar y sea de manera natural, trágica o quizá estúpida, pero si algo es un hecho es que llega sin importarle la edad, el sexo, la raza o la posición social.
La verdad es que, a pesar de que podemos creer que existe algo más allá de la muerte, es esta cruel dimensión sólo tenemos la compañía de las moscas, quienes realmente siguen cada paso y momento de nuestra putrefacción, y es que desde el momento en que morimos, éstas comienzan a llegar, dejando sus huevecillos en nuestros cuerpos, los cuales al nacer se alimentan de nosotros.
Las moscas no se interesan en lo absoluto si somos listos, distraídos o asquerosos; no tienen ninguna conciencia si fuimos buenos o malos, simplemente nos acompañan en ese proceso quizá en el fin, quizá en el comienzo de nuestras vidas.
Lo cierto es que, a pesar de los efectos que causan estos insectos al hombre, son los único “bichitos” que están con nosotros lo que dura la muerte.
Tal vez esto suene un tanto asqueroso y hostil, pero es la simple realidad; estamos tan ocupados en un mundo superficial que ni siquiera nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros mismos, descuidamos nuestro interior, mientas lo ocultamos detrás de bellas máscaras de colores.
El mundo se acaba para cada uno de nosotros cuando morimos y es cuestión de nosotros también elegir ese momento; acaso no un conductor ebrio, ¿puede escoger el día de su muerte? Quizá el fin del mundo, está cada vez más cerca como se menciona por todas partes… y muy probablemente sea verdad…
El hecho, está en que es nuestra obligación cuidar de nosotros mismos y nuestros semejantes, cuidar lo que queda de naturaleza y sobrellevar al necio y soberbio, de lo contrario podríamos estar cada vez más cerca de la compañía de las moscas…