EN ENTREDICHO

25 julio, 2011

Por EDGAR R. CONDE CARMONA

edgarconde@indicemedia.com.mx

En efecto, como dijo el presidente de la Junta de Coordinación y Conciliación Política del Congreso del Estado, Héctor Martínez García, el trabajo de las LX y la LIX legislaturas de Tlaxcala queda “en entredicho” (El Sol de Tlaxcala, 19/07/2011) por el extravío del acta original en la que se asientan los resultados de la evaluación de los once aspirantes a integrar el Consejo General de la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Tlaxcala (Caiptlax).

Lo malo del caso es que se detecta la falta de dicho documento porque el juez segundo de distrito, Miguel Bonilla López, requirió al presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso Local, Silvestre Velázquez Guevara, que exhibiera ante ese órgano jurisdiccional el acta original, frente al proceso de impugnación que presentaron los aspirantes, por considerar el proceso como “ilegal, amañado y viciado de irregularidades (sic)”.

Peor aún fue que el diputado Silvestre Velázquez contestó a través de un escrito que “no se encontró el documento” en los archivos de la Comisión de Puntos Constitucionales, pero “en aras de colaborar” remitieron la copia certificada del acta sinodal (El sol de Tlaxcala, 18/07/2011).

Tal clase de representantes tenemos en Tlaxcala. El Poder Legislativo  hace constar del extravío a través de un acta de hechos ante el MP pero no emprendió ningún procedimiento legal para el esclarecimiento  de este espinoso y vergonzoso hecho.

Y es que ve usted si no, que los representantes populares de plano nos avergüenzan con las declaraciones que hacen para salir del paso.

Ahí está, por ejemplo, lo dicho por el presidente del máximo órgano de gobierno  del Congreso local, Héctor Martínez García, quien abrió la posibilidad de que el acta haya sido extraviada por alguno de los integrantes de la Legislatura anterior.

En palabras del diputado Martínez García, hubo un proceso de entrega–recepción de documentos, pero “pudieron no haberla recibido. Valdría la pena que le preguntáramos al secretario parlamentario (Enrique Zempoalteca Mejía) que es el órgano de apoyo en la entrega–recepción” (El Sol de Tlaxcala 19/07/2011).

Y por si fuera poco, el presidente de la JCCP deja abierta una posibilidad: existe la posibilidad que el acta original esté “traspapelada” en alguno de los archivos del Congreso del Estado

Frente a ambos escenario –no haber recibido el documento o que esté “traspapelado”– surgen ciertas dudas de las que los tlaxcaltecas esperamos, en el corto plazo, una respuesta satisfactoria y clara:

¿Qué clase de diputados tenemos que no corroboran una entrega–recepción completa?, ¿quién firmó el acta de entrega–recepción que dejó pasar esta “peccata minuta”?, ¿cómo asumen un cargo desconociendo sus funciones, sus atribuciones y sus obligaciones?

Claro que hay otro escenario, más triste y lamentable: los sistemas de seguridad con los que cuenta el Congreso del Estado, son endebles, tanto que un documento de mediana o máxima importancia se puede “perder” y nadie se da cuenta a menos que otras instancias requieran dicho documento.

En efecto, señala don Héctor Martínez, el trabajo de las LX y la LIX legislaturas queda en entredicho porque ni la anterior corroboró que se haya entregado físicamente toda la documentación ni la actual porque “confió a ciegas” en lo que consideraron “un trámite burocrático”.

Si bien es cierto que el acta contiene los nombres de los seis candidatos a comisionados de la Caiptlax para el periodo 2011 – 2014, así como las firmas de los tres integrantes del jurado que entrevistaron a los once aspirantes a comisionados, no es posible que incluso se proponga la posibilidad de “rehacer el acta” con la participación de los sinodales, a fin de que las personas que impugnaron la renovación de la Caiptlax continúen con el proceso legal.

Si la Junta de Coordinación y Conciliación Política del Congreso del Estado inicia una investigación para determinar el paradero del acta original en cuestión, estará muy bien. Pero es indispensable que se dé a conocer en esta misma semana, de ser posible, los resultados de las pesquisas que se inicien.

Pero si se anuncia una investigación y se dejan pasar los días, o las semanas, o los meses, y no se da a conocer un resultado, los tlaxcaltecas estaremos en condiciones de corroborar que muchos de nuestros “representantes populares” no son más que figuras de ornato, incapaces, ignorantes e insensibles. Por lo pronto, la reputación de los legisladores, está “en entredicho”.

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