28 julio, 2011
Por JAVIER CONDE GUTIÉRREZ
Sin duda, la comparecencia del presidente municipal de Tlaxcala, Pedro Pérez Lira al Congreso del Estado, pone en evidencia que las cosas dentro de su administración son un desorden y más aún que los excesos que ha cometido en su desempeño prácticamente lo ponen en una franca desventaja política y legal.
Además, Pérez Lira tiene razón cuando señala que el propio titular del Órgano de Fiscalización Superior, Crispín Corona Gutiérrez ha empleado un método “inquisidor” en contra de los alcaldes al caer en excesos para la presentación de las cuentas públicas, pero esto no lo exime de su responsabilidad como funcionario.
Decir que no ha presentado las cuentas de los últimos cinco meses porque no se dio un proceso de entrega-recepción por parte del exalcalde Zenón Ramos Castillo queda en evidencia su desconocimiento como abogado porque tuvo la obligación de denunciar dicha anomalía y seguir trabajando.
Echarle a alguien la culpa del árbol caído, es motivo para criticar la actitud de un priísta que ha perdido la dimensión de las cosas, porque así de sencillo, si tomó las riendas del ayuntamiento con un déficit de 31 millones de pesos, es que debió someter al mismo a un proceso de austeridad riguroso, pero hizo todo lo contrario.
A medio año de gobierno algunos integrantes del cabildo y la prensa lo han cuestionado por los excesos que ha cometido en el ejercicio de sus funciones como adquirir una ostentosa camioneta, dotar de privilegios a algunos regidores, incurrir en actos de nepotismo, entre otros, yerros que están a la vista de la ciudadanía.
Es más hasta el propio gobernador del estado, Mariano González Zarur, le ha sugerido a Pérez Lira que ponga en marcha mejores mecanismos en el manejo de los recursos, así como eficiencia en los procesos administrativos, sin embargo, parece que no le interesa escuchar la voz de nadie.
Ahora, el propio OFS debe obligar al alcalde y a todos los que han incurrido en el acto de nepotismo a respetar la ley, porque una administración no se debe convertir en una empresa familiar como sucede con Pedro Pérez quien tiene trabajando en el ayuntamiento a más de 12 familiares en diversos cargos.
A pesar de que el alcalde de Tlaxcala, se le fue a la “yugular” al titular del Órgano de Fiscalización Superior, durante su comparecencia -este miércoles- en el Congreso del Estado, con los integrantes de la Comisión de Fiscalización Superior, tal parece que las observaciones que harán los auditores serán demasiadas.
Sin embargo, queda en duda si las mismas prosperarán, ya que muchas de las cosas que pasan a revisión en el OFS quedan sujetas a decisiones políticas o de otra índole y la pregunta radica para qué tanta alharaca, si la impunidad podrá más que la transparencia y la honestidad en el ejercicio de la función pública.
Pese a todo Pérez Lira quedará cuestionado, si es que desea ocupar otro cargo público, porque sencillamente los ciudadanos son personas sabias que tienen memoria y que tarde o temprano castigan con su voto a los políticos que creen que estar en el poder, es servirse de él cuando es precisamente todo lo contrario.
Bien amarrado en la silla
Así de sencillo, el titular del OFS, Crispín Corona Gutiérrez no ha podido ser removido por parte de los priístas y perredistas, porque el auditor “mañosamente” ha hecho alianzas con el PAN y con la chiquillada para mantenerse en el cargo. Y claro, todo tiene un alto precio y más en política.
Y es que los legisladores del Revolucionario Institucional tienen plenamente corroborado de que Corona Gutiérrez ha pactado con algunos diputados de los partidos pequeños lo siguiente: Otorgar espacios dentro del órgano para los cuates y hasta amantes de algunos de legisladores a fin de que pueda gozar de impunidad.
Por lo tanto, será difícil remover al auditor en lo inmediato porque está bien “amarrado” en su silla, para seguir moviendo los hilos como le pegue la gana.
Ligado al caso Sicilia
El hallazgo de un vehículo en Tlaxcala y con reporte de robo en el estado de Morelos llevó a las procuradurías General de Justicia de ambas entidades a determinar que dicho vehículo tiene relación con el caso Sicilia.