26 julio, 2011
* Es una lástima que los legisladores no aprendan a respetar el Estado de Derecho.
El proceso de renovación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) está amañado al grado que llegarán los que no deberían de llegar y por lo tanto, dicha institución nuevamente será rehén de intereses políticos, pero sobre todo de unos cuantos.
Lo más desagradable es que hay varios que pueden llegar a ser y son impugnables porque simplemente no cumplen con los requisitos, pero como en el Congreso del Estado, primero se promulgan y luego se pasan por alto las leyes cualquier cosa podría pasar en este proceso que deberá culminar el tres de agosto.
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