18 julio, 2011
Desde la REDACCIÓN
*¿Qué de raro tiene?…
*El robo del millón
*Las travesuras de los alcaldes
El “privilegio” de mandar y de recibir
En el ayuntamiento capitalino todo parece indicar que las condiciones no son equitativas y por lo tanto, algunos regidores gozan de privilegios, prueba de ello, es que la semana pasada el alcalde Pedro Pérez Lira, les entregó un vehículo modelo Aveo, marca Chevrolet para su uso personal.
Fuentes consultadas señalaron que el alcalde priísta, miente desde el momento en que aparece en la página de internet del ayuntamiento de Tlaxcala, el salario de los regidores que equivale según él a 30 mil pesos mensuales y desgraciadamente es lo que reporta en las cuentas públicas.
Con respecto a los vehículos que recientemente adquirió -junto con una lujosa camioneta tipo Suburban, cuyo costo osciló en el millón de pesos- fueron entregados a los regidores Erick Hernández Xicohténcatl, Fermando Zamora González, Martín Xicohténcatl, César Sánchez Saldivar y uno más para su esposa.
El informante precisó que dicha partida fue modificada por algunos integrantes del cabildo, por lo que es un abuso de autoridad el que cometieron, pues según el munícipe existe un programa de austeridad, pero en los hechos los excesos son continuos.
No conforme con ignorar la convocatoria del Congreso del Estado, a fin de que explicara las razones del por qué no ha entregado su cuenta pública relativa a meses anteriores, el alcalde capitalino salió de viaje en la semana pasada, no sí antes entregar los vehículos a los regidores “sumisos”.
Y vaya que han sido privilegiados por ejemplo los primitos Xicohténcatl; ellos sí que han gozado del erario público que hasta trajecitos de vestir les ha comprado para que vayan bien “fashion” y se cuadren ante las chicas del ayuntamiento, desparramando galanura. El costo de los trajes dicen equivalió a 50 mil pesos.
Pero como todo está sujeto a “caprichos” de algunos regidores a Pérez Lira se le hace fácil modificar cuantas veces quiera el presupuesto, lo que constituye un claro atentando para los ciudadanos del municipio sólo para gozar de su poder.
Con respecto al pago de percepciones, Pérez Lira informa en el portal oficial del ayuntamiento que los regidores ganan 30 mil pesos, pero de acuerdo con lo investigado el salario neto que reciben los mismos varía.
Las regidoras reciben un salario promedio 8 mil 800 pesos mensuales y una compensación de 6 mil 200 pesos, mientras que los regidores reciben un salario de 11 mil 213 pesos y diversas compensaciones, las cuales tendrá que analizar el OFS y la propia Comisión de Finanzas y Fiscalización del Congreso local.
Y queda en evidencia los excesos de quien tiene el privilegio de gobernar la ciudad de Tlaxcala.
¿Qué de raro tiene?…
En serio, qué de rato tiene que un acta con los resultados de la evaluación de los once aspirantes a ocupar un lugar en la Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (Caiptlax) se haya extraviado en el Congreso del Estado, si desgraciadamente en ese lugar donde se fiscaliza, gestiona y legisla pasa de todo.
Qué de raro tiene, si en el Poder Legislativo, dicen se negocia en lo “oscurito” con cuentas públicas, con los diversos cargos dentro de la cámara y hasta la repartición de dinero al final de una legislatura. Y vaya que entre los integrantes de una legislatura no se reparte algunos pesitos, por el contrario una buena lana.
El robo del millón
Resulta que la semana pasada se dio un robo a un establecimiento comercial en pleno centro de la capital del estado, donde el monto de lo hurtado alcanzó la cantidad de un millón de pesos, según declararon los afectados a las autoridades.
Y como siempre los ladrones huyeron y la policía llegó a sólo criticar las medidas de seguridad del establecimiento. Y para qué servirán tantas camaritas de video (big brother) que tiene el gobierno del estado, por todas partes, porque claramente los rateros -dicen varios de los testigos- salieron tranquilamente. ¿Acaso sólo servirán las mismas para espionaje contra políticos?
Alcaldes traviesos
El gobernador del estado, Mariano González Zarur, recibió un informe recientemente en el cual detalla qué alcaldes andan haciendo muchas travesuras fuera de su horario de labores. Así es que los presidentes municipales deberán echar sus barbas a remojar, si es que no quieren salir raspados.