04 julio, 2011
*Bastión para la creatividad para los cortometrajistas
Por ISRAEL SANCHEZ MONTIEL
El pasado 27 de junio en el marco de la feria de Ixtenco 2011, se realizó la 7ma Muestra Internacional de Cortometraje en este municipio, contando con España como país invitado y teniendo al cortometraje “The Astronaut on the Roof” de Sergi Portabella como el gran triunfador, obteniendo el premio del Jurado y el premio del público.
El programa contó con la participación de realizadores españoles y mexicanos quienes presentaron su trabajo en un marco de fiesta y tradición como es la feria de Ixtenco; con una nutrida concurrencia de todas las edades esta muestra crece a paso constante, siendo la única de su clase en el estado y sobre todo con proyección más allá de nuestras fronteras.
Con el esfuerzo de activistas culturales de la región – como Josaphat Carpinteyro -esta Muestra de cortometraje, de la cual su servidor también forma parte del comité organizador, ha ido progresando tanto en cantidad como en calidad, buscando posicionarse como un espacio para los creadores fílmicos independientes cuyos trabajos no encuentran los foros para exhibición, ya sea por burocracia o por amiguismo el cual también, lamentablemente, existe en muchos festivales dedicados al cortometraje.
Hablando de la muestra en sí y de los trabajos presentados, resulta interesante observar la forma de hacer cortometraje en Europa, los estilos de filmación e historias a contar.
Darse cuenta que el público mexicano, como siempre lo he versado, tiene una sensibilidad especial para el cortometraje, que más allá de los recursos de cada producción no es impresionable sino degustativo y analítico, otorga sus palmas de corazón a lo que realmente le gusta y le mueve, no acepta la trama fácil y le gusta el reto de descifrar historias, de armarlas, eso pasó con “The Astronaut on the Roof”, es grato notar que, efectivamente, si se tiene una buena historia se navega en dos opciones: tener una buena o mala película; si se tiene una mala historia en definitiva se tendrá una mala película.
Los trabajos de artistas locales este año apostaron por mostrar historias apegadas a la identidad de un pueblo, a la renovación de sus valores y a mirarse en espejos que van de la sátira a la rebelión pacifica – aportar a la vida diaria desde cada trinchera – como sucede en Lo que hacemos por y Caballero Águila (ambos de producción Tlaxcalteca).
El programa fue completado por los cortometrajes como El Rayo y la Sirena, El cortejo, y otros más que hicieron durante poco más de tres horas una agradable noche de cine enmarcada en las tradiciones propias del municipio anfitrión, lo que otorga un marco singular y transforma el chocante glamour casi inherente de la mayoría de festivales en una convivencia donde se respira cine entre personas de toda edad y profesión, donde el estatus social desaparece como resultado del compartir para aportar, sintiendo que uno se sumerge en un festival más humano.
Ojalá estos esfuerzos se mantengan y perduren, con el apoyo de administraciones municipales, como es en este caso, y que las instituciones se involucren, apoyen y difundan para hacer de este evento una muestra que brinde a sus participantes reconocimientos que los ayuden a seguir creando; la calidad y el público ya se tienen sólo falta apuntalar el evento.
Gracias a los participantes y asistentes, y nos vemos el año próximo en la 8va Muestra de Cortometraje Ixtenco 2012.
¡Corte y Queda!