X-MEN: FIRST CLASS

20 junio, 2011

¿RENACE UN FRANQUICIA?

Por ISRAEL SÁNCHEZ MONTIEL

Cada ser humano es diferente en esencia, eso es lo que nos hace amarnos y en ocasiones odiarnos nuestras diferencias. Cuando estas son llevadas al extremo la tolerancia es una arte e n extinción; la erradicación, el argumento natural.

X-Men First Classhttp://www.youtube.com/watch?v=0Yq7Za1JnZg – más allá de ser la clásica película de comics como mucha acción y explosiones y mujeres esculturales que nos tiene boquiabiertos a la pantalla, se muestra como un reclamo elevado en la ficción sobre nuestra condición de lo temerosos que podemos ser a lo “diferente”.

Desde la ingeniosa mente del añejo Stan Lee, los X-MEN son unos súper héroes particulares, no son extraterrestres Kriptonianos, ni humanos afectados por radiación, o dotados de un anillo de poder casi inigualable, son humanos con habilidades innatas, son, como dice en el mismo comic, “el siguiente paso en la evolución”; un añadido genético es lo que los hace tener estas habilidades más allá de la comprensión global, siendo objeto de segregación al más puro estilo nazi.

Este filme dirigido por Mathew Vaugh (kick Ass, 2010), muestra los inicios de una de las series icónicas del comic. El encuentro entre los dos ejes que regirán el universo mutante de Marvel Comics: Charles Xavier y Eric Lenssher, mejor conocidos como El profesor X y Magneto; quienes serán las dos vertientes principales para el desarrollo de la saga mutante y que más allá de sus creencias guardan una amistad un tanto bizarra pero genuina.

Llena de momentos intensos, principalmente trasladados a la pantalla por una actuación muy completa de Michael Fassbender como Magneto, quien da al filme las escenas quizá más memorables y con un James McAvoy como Charles Xavier, bastante creíble y solido haciendo un equilibrio adecuado y que la trama se desarrolle para concluir en un filme entretenido y bien logrado, sustentado ampliamente en la banda sonora de Henry Jackman plagada de momentos de magnificencia con metales y cuerdas que retumban por la sala de cine creando una atmosfera de inmersión fantástica.

El antagonista Sebastian Shaw, representado por Kevin Bacon, cumple en momentos como maloso terrible – aunque nada que quede para la posteridad- merece ser mencionada su justa participación aportando la experiencia entre un reparto joven y que en momento satura la pantalla en esta búsqueda de refrescar el filme, por instantes parece que se pierde demasiado en los jóvenes mutantes con escenas sobradas pero que por ser una película de comic se perdonan, y sobre todo, repito, por las muy buenas escenas de Fassbender.

Los cameos de Hugh Jackman como Wolverine y Rebeca Romjin como Mystique dan indicio de que esta pre-cuela continuará para contar nuevas aventuras de este particular grupo de superhéroes.

Con un diseño de arte logradísimo, desde los colores hasta los objetos situados en los 70’s, una foto que emula las películas de esta época y el pretexto histórico de la crisis de los misiles cuyo único beneficio es hacer más cercana la trama.

X- Men First Class es un muy buen reboot a la franquicia de los mutantes favoritos de todos, si bien Brian Singer había capturado el comic de forma respetable en sus primeras dos versiones, y un colofón dramático de la trilogía en manos de Brett Ratner, esta nueva entrega promete un viraje a cargo de Marvel Studios como controlador de la franquicia. Ojalá Captain America, en julio 29, camine por la misma línea.

Recomendable no sólo para fans, y tener dos horas gratas sin que nuestros pesos no se sientan perdidos, es preferible que la deguste querido lector en salas digitales para apreciar los sonidos y colores a plenitud, vale la pena unos pesos más para salir completamente satisfechos. Aún en cartelera para pasar una tarde “DIFERENTE”.

¡CORTE Y QUEDA!

 

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