23 junio, 2011
Por JAVIER CONDE GUTIÉRREZ
La rebelión en la granja
La rebelión de elementos de seguridad pública estatal ha generado un clima de incertidumbre no sólo en el gobierno del estado, sino en la propia sociedad, toda vez que la actitud asumida por los quejosos está viciada de origen y desgraciadamente no tiene una pronta salida.
Todo apunta que alguien desde lo oscurito manipula a los policías estatales al grado de llegar a cometer diversas infracciones que tarde o temprano el gobierno de Mariano González Zarur se las va cobrar administrativa y judicialmente, derivado de su actuar.
Este columnista está enterado de que una semana antes de que el exsecretario de Seguridad Pública, Valentín Romano dejara el cargo fue objeto de una agresión supuestamente del aquel grupo comandado por Guadalupe Ballesteros y Alejandro Legaria.
Y es que en un evento que se realizaba en el patio de la Academia de Policía llegó un grupo de efectivos de seguridad pública a interrumpir un acto donde el militar en retiro hacia uso de la palabra. Sin más, comenzaron a insultar al exsecretario tlaxcalteca e incluso le arrebataron agresivamente el micrófono.
Fue en ese momento cuando el equipo encargado de la seguridad de Valentín Romano trató de impedir dicha acción, pero lamentablemente no pudieron evitar que los encolerizados policías insultaran de diversas formas al entonces secretario de seguridad pública.
Lo anterior derivó que el general retirado interpusiera una denuncia penal ante la Procuraduría General de Justicia de Estado (PGJE), en la cual quedó asentado, la actitud de rebelión que los policías emplearon después de que rompieran la mesa de diálogo en la Secretaría de Gobierno.
Ahora, ese mismo grupo ha ejercido presión para que el gobierno desista de esa denuncia penal en contra de algunos elementos policiacos y todo hace parecer que este movimiento no es policiaco sino político-partidista.
La instrucción que tiene la procuradora Alicia Fragoso Sánchez, es que se cumplan lo antes posible con las órdenes de aprensión correspondientes y con ello tener evidencias de que han cometido excesos en su actuar.
En este sentido, el gobierno tiene supuestas evidencias de que los líderes de este grupo de inconformes los mueven algunos diputados locales del Partido Acción Nacional (PAN), provenientes de la corriente orticista.
Lamentablemente pagan justos por pecadores y en este caso la negativa de ambas partes para llegar nuevamente a un acuerdo pone en peligro la seguridad de los tlaxcaltecas que están a la merced del hampa.
Dejar sin armas a los policías en un día como ocurrió este lunes como lo hizo el gobierno y asumir una actitud de rebelión como lo han hecho los efectivos de seguridad no tiene nombre. Lo cierto que la ciudadanía es la pagana en todo esto porque finalmente observa que el encono ha podido más que la razón.
Con el despido justificado o no de los cabecillas de este grupo pone en evidencia de que González Zarur mantendrá una actitud de confrontación con todo aquel que quiera cimbrar zozobra en un gobierno que aún no tiene rumbo político. Al mandatario le ha temblado la mano para poner orden.
Los relevos en las Secretarías de Gobierno y de Seguridad Pública, en menos de un mes poco han abonado a desentrampar un problema cuyo desenlace podría ser mayor. Ayer, la Policía Federal simplemente se hizo cargo de la seguridad de los tlaxcaltecas porque la rebelión en la granja continuaba.
Así de sencillo los “lobos” están interesados de que las “ovejas” mantengan un clima de zozobra en el estado, pero tarde o temprano esos dóciles “corderos” se darán cuenta que fueron utilizados para un fin político-partidista.
Pero la ciudadanía asumirá un mejor juicio con respecto a este problema, toda vez que la pobreza de operadores políticos en el gobierno de González Zarur es real, palpable y por la otra parte es inadmisible que los encargados de la seguridad incurran en actitudes de rebelión y sean quienes asuman actitudes rijosas. ¿Entonces en manos de quién estamos?…
¿Enrique Padilla a que amo le sirve?
Queda evidenciado que el director general del sistema Colegio de Bachilleres, Enrique Padilla Sánchez, quiere estar bien con Dios y con el Diablo. Su desempeño ha dejado mucho que desear porque no ha podido cumplir con una instrucción del gobernador Mariano González.
ÍNDICEMEDIA evidenció antes que ningún otro medio de comunicación una lista de exfuncionarios que dejó basificados dentro de ese sistema el gobierno de Héctor Ortiz Ortiz y que hasta el momento permanecen generando desestabilización dentro de esa institución.
En el propio gabinete se han comenzado a preguntar ¿Padilla Sánchez a quién le rinde cuentas? ¿A Héctor Ortiz o bien a Mariano González?… Dicen que no le interesa mover un sólo dedo sobre este tema ¿ El ´bebesuario´ a que amo le sirve?…
Que se ponga trabajar…
El secretario de Turismo, Marco Antonio Mena Rodríguez, anda ventilando públicamente que la afluencia turística ha bajado en los últimos meses de 47 a 31 por ciento, debido a la raquítica promoción que se le hace a Tlaxcala como destino para visitantes nacionales y extranjeros.
Pues sería bueno que el funcionario ya se ponga a trabajar en lugar de andar en reuniones con sus cuates del gabinete o bien en cafeterías y restaurantes, porque en nada abona a la entrada de divisas para la entidad.
A sacar raja…
¿Qué funcionaria maranista exige que todos los servicios de coffee break que ofrece en sus eventos oficiales provengan de un restaurante de donde es socia?… ¿No que mucha honestidad y transparencia señor gobernador?