COLUMNA POLÍTICA HOGUERA DE PASIONES

17 junio, 2011

Por DONATELLA DE JUIR

Error de cálculo

Estimados lectores estoy agradecida con ustedes por el cálido recibimiento que hicieron a mi primera colaboración. Por esta razón me he animado a seguir sorteando esta apasionante tarea de ver lo que anda bien, pero también analizar lo que anda mal en la comunidad que me vio nacer.

Hoy quiero escribir para ustedes sobre un tema que ha dividido las opiniones entre los pobladores de este municipio: los parquímetros.

Vean ustedes desde la semana pasada fueron instalados los dispositivos electrónicos mediante los cuales la autoridad municipal pretende mejorar la imagen de la ciudad, al descargar del centro tanto vehículo que permanece durante horas ociosamente estacionado.

En diferentes ocasiones en las que he tenido la suerte de conocer otras bellas ciudades de nuestra hermosa República, he notado que el empleo de parquímetros es una práctica común.

Sin duda que este es uno de los pocos aciertos de la presidencia municipal de Huamantla, pues como ocurrió recientemente en la capital del estado, donde ahora normal encontrar un lugar para estacionarse; ojalá, pase lo mismo en la monumental ciudad de los muéganos, es una buena medida.

Sin embargo, esta nueva modalidad también ha levantado muchas sospechas por parte de la ciudadanía quienes se cuestionan si este servicio será operado por la propia presidencia municipal o bien por alguna empresa concesionada como ocurre también en Tlaxcala.

Los rumores de que Lorena Cuéllar cuando fue presienta municipal de la capital  creó una sociedad con hombres de negocios de Puebla para que manejarán los parquímetros ha crecido cada vez más.

Y se dice que la ahora diputada local fue quien le propuso a Carlos Ixtlapale que esta misma empresa fuera la que operara los parquímetros.

Otro asunto que levanta dudas es que los boletos no tienen Registro Federal de Causantes (RFC) y por lo tanto, cómo le harán para justificarlos ante el fisco. ¿Acaso será la caja chica del edil?

El punto es que esta medida puede ser de mucha utilidad para mejorar la imagen urbana y el acceso de los turistas que, en los fines de semana, transforman el rostro de nuestra pacífica y serena ciudad de Huamantla.

Lo cierto, es que hay inconformes de la sociedad que cuestionan esta medida. Por cierto, una de mis amigas retomó el tema durante nuestra reunión:

-“Pues a mí se me hace que hay gato encerrado en todo esto –dijo Dorita, una de mis amigas.

-No te entiendo a qué te refieres –reviré.

-Es muy sencillo –nos explicó a las otras tres que hacíamos señas de no entender ni la o por lo redondo– la empresa que administra esos aparatos es privada, y hasta donde yo sé no se hizo ninguna licitación para someter a concurso a los posibles interesados en prestar el servicio.

Además, para concesionar un servicio es indispensable que se cuente con el aval del Congreso del Estado, pues es una medida que puede afectar a la ciudadanía más allá del periodo de la administración que la propone.

¿Es válido crear nuevos impuestos si hasta el “divo”  lo rechaza en su incipiente Plan Municipal de Desarrollo?… Asimismo, hace falta que los funcionarios municipales nos expliquen al pueblo cuanto representará en pesos, constantes y sonantes, el beneficio para la ciudad de que operen los parquímetros

-¡No manches! –soltó Virginia, otra amiguita– ¿entonces, lo que hicieron está fuera de la ley?

Quién sabe –se defendió Dorita– habría que preguntarle a los especialistas. Lo único que sé es que, por ejemplo en Cuernavaca, hubo muchos problemas porque hace poco había concesionado el servicio de recolección de basura y eso resultó  un verdadero chasco.

¡Bueno! –replicó Rubí, que siempre es muy calladita– pero ese es un detalle que se puede solucionar fácilmente.

No te creas –volvió a tomar la palabra Dorita– falta ver qué dicen los de Pueblos Mágicos, porque según las reglas de operación del Programa Pueblos Mágicos, deja muy claro que se debe considerar la armonía y conservación de los elementos arquitectónicos, civiles o públicos, que den carácter a la identidad al poblado.

Y como dijo mi marido, hay que recordar que Huamantla es zona declarada como monumental -según decreto expedido por el entonces presidente Miguel de la Madrid- y, al parecer, los parquímetros se contraponen con ese decreto.

¡Uta! ¿O sea que… qué? –pregunté, perpleja.

Pues que si los de la presidencia no sustentan esta decisión, se las pueden echar para atrás, con la mano en la cintura.

Y eso no es todo, porque ya muchos comerciantes que no quieren perder sus privilegios de tener estacionados sus camionetas y coches frente a su negocios, pues se están inconformando y a ver si no le arman su manifestación al presidente. Pero no faltará aquel comerciante “influyente” que no pague nada.

También falta ver si ya existe un reglamento de estacionamientos, porque si no hay reglas claras, los méndigos policías, que además están de plano muy ignorantes, van a querer aplicar a discreción sus multas e inmovilizaciones de los despistados que olviden pagar a tiempo su cuota

Nos quedamos sin habla, estimados lectores. Pues resulta que por un error de cálculo la puesta en marcha de los famosos parquímetros está en suspenso. El café ya ni me supo. Y todo por la falta de visión de quienes nos prometieron la modernidad. A ver si no nos quedamos con un palmo de narices.

Por cierto…

Dicen que exalcalde Raúl Cervantes López, anda ya preparando a su equipo para buscar una candidatura a la diputación federal por el PAN, una vez que su amiga Adriana Dávila Fernández lo respalda.

Sin embargo, debo decirles que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha hecho severas observaciones por varios millones de pesos al exalcalde y que hasta el momento no ha podido sanearlas. El panista dice que no pasa nada porque está bien “palanca” con el presidente Calderón. ¿Será?…

¿Fiesta en la alberca?

Y quienes viven cerca de la alberca que extrañamente opera ya el ayuntamiento, ya no soportan los excesivos ruidos que se escuchan por parte del “Club de Tobi” que encabeza el jovenazo alcalde. Los vecinos están  molestos porque a todas horas de la madrugada se escucha el escándalo.

Ojalá viviera el comandante Luisito Montiel, para que este si pusiera orden en la policía municipal no como otros que son comparsas del desorden. ¿Verdad?

Sigue la mata dando…

Ahora, resulta que el jovenazo alcalde ya reinstaló a su amigo del alma, a su hermano, a su esbirro, Emilio Sánchez Ruíz.

Los trabajadores del ayuntamiento cuentan que el exsecretario del ayuntamiento quien se distinguió por su prepotencia contra los regidores y presidentes de comunidad, ahora está en la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado. ¡Aguas!…

Por lo pronto, los invito a esperar qué sucede en esta semana, para que los platique con ustedes. ¡Hasta la próxima!…

 

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