27 junio, 2011
Triste es la realidad de Tlaxcala, sobre la cultura de donación de órganos y sangre, lo que ubica a nuestra entidad en el lugar 28 de 32 sobre esta práctica que, por su origen, tiene como propósito fundamental contribuir a salvar el mayor número de personas por enfermedad o accidente.
El Sector Salud de Tlaxcala, está obligado junto con los integrantes de la LX Legislatura, con esta llamada de alerta, a generar las condiciones propicias para incrementar la cultura de donación, a efecto de poner a nuestra entidad en la vanguardia nacional de esta práctica.
La coordinación entre dichas instancias, obedece a las cifras dadas a conocer por la directora del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, Silvia Hernández Valadez, quien reconoce que a la fecha, la dependencia a su cargo recibe de 750 a 850 donaciones de sangre “obligatorias”, en los hospitales y centros de salud, pertenecientes al sistema estatal del ramo.
En un tema tan delicado, mientras existan más garantías para pacientes y donadores, será mucho más fácil transitar de una cultura de indiferencia a otra más solidaria, para revertir la friolera de 40 a 45 donaciones “voluntarias” que conforman el directorio del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea (CETS).
Por otra lado, la donación de órganos es otro aspecto que no podemos, como sociedad, pasar por alto; en este sentido, de acuerdo con las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es más alarmante que sólo el 4 por ciento de elas donaciones provengan de cadáveres y que el 70% provengan de familiares del paciente
Por eso estamos obligados a participar todos los actores sociales en esta tarea para salvar vidas humanas, y consolidar el llamado tanto del CETS como del IMSS para incrementar la donación mensual.
Invitamos a todas las personas que tengan un mínimo de 18 y un máximo de 65 años a sumarse en esta noble tarea, de acuerdo con sus posibilidades, a efecto de contribuir a esta cruzada con la cual se atienda de manera a oportuna a quienes para salvar su vida requieren un poco de sangre.
Y el llamado también es para generar una nueva cultura ciudadana a efecto de incrementar la cifra de potenciales donadores de órganos. Después de todo, una vida puede ser salvar otra vida.
La responsabilidad de esta práctica es imprescindible; y en esta misma dinámica está claro que no pueden participar en esta campaña personas que presenten tatuajes o perforaciones, que tengan múltiples parejas o que consuman drogas.
Una sociedad solidaria es el principio de una sociedad progresista. Participemos en la campaña con toda nuestra responsabilidad, pero sobre todo con nuestro mayor entusiasmo. Demos vida.