CAMBIO DE RUMBO

20 junio, 2011

*Es necesario replantear la gobiernaiblidad

Reza la conseja popular que es de humanos equivocarse, pero es de sabios rectificar;  y bajo esta perspectiva, el gobierno de Mariano González cumple con ambas propuestas; sabe que se equivocó en nombrar a Anabell Ávalos en un área tan delicada, especialmente porque la política tlaxcalteca carecía de tablas sobre temas tan sensibles como gobernabilidad.

Por otro lado, la administración estatal corrige el rumbo con miras a lograr una cierta estabilidad que permita consolidar el cambio de gobierno sin mayores sobresaltos.

Y es que en los últimos cinco meses la falta de una política eficiente de gobernabilidad así como la suma de varios acontecimientos (plantones, manifestaciones, intentos de linchamiento, entre otras) detuvieron la dinámica que había logrado Mariano González Zarur, tras su triunfo en las elecciones donde venció al Estado y al panismo federal, lo que impidió consolidar ciertas estrategias y generó un ánimo de desencanto entre la población.

El cambio, a pesar de refrescar la imagen y despertar nuevas expectativas entre la ciudadanía y entre la clase política tlaxcalteca, es un fenómeno que debemos revisar con más detenimiento, especialmente porque nadie sabe si el cambio de titular en Segob, que se suma a la que hace poco más de quince días se registró en la de Seguridad Pública tendrá los efectos que se esperan.

En primer lugar porque, de acuerdo con lo que hemos visto durante la carrera política de Noé Rodríguez Roldán, es un hombre que se limita en sus acciones y generalmente es reactivo –o sea, actúa una vez que ya hay consecuencias ante la falta de inactividad–.

Por ejemplo, en la presentación del Plan Estatal de Desarrollo, el ex titular del Copladet, se esperó hasta el final para presentar al Congreso del Estado, el documento rector del actual gobierno, con lo que generó cierto ánimo de animadversión de los Diputados de oposición.

No cabe duda que la soberbia con que se rige el actual gobernador, por otro lado, le ha impedido colocar en áreas estratégicas a colaboradores fieles y efectivos de la vieja guardia, que le redituarían resultados inmediatos, pero sobre todo efectivos; en lugar de seguir probando nuevas experiencias en aras de impulsar nuevos valores de la política tlaxcalteca.

Frente a sí, Mariano González tiene un amplio abanico de hombres y mujeres con capacidad para atender un área tan delicada y estratégica como el gobierno interno de la entidad, pero decide hacer enroques un tanto extraño en áreas tan disímbolas como determinantes para un efectivo desempeño de gobierno.

Además, al ubicar al político (calpulapense o tlaxquense) en la Segob, Mariano González Zarur confirma que Noé Rodríguez será su primera carta para que lo suceda al frente de los destinos de los tlaxcaltecas dentro de seis años; una medida harto arriesgada por ser tan prematura y desgastante.

Los desaciertos del actual gobierno del estado, que le han restado credibilidad e impacto en cada una de las acciones que ha realizado –muchas de ellas con gran valía por su trascendencia–  tendrán que pasar a revisión para impedir que en el corto plazo volvamos a ver nuevos visos de inestabilidad y desconfianza por parte de quien, por ser el líder de los tlaxcatecas, debería dar señales de fortaleza en tiempos de crisis.

Comentarios