30 mayo, 2011
Por CORAZÓN DE PIEDRA VERDE
corazondepiedraverde@indicemedia.com.mx
Es triste darse cuenta de que nuestra sociedad vive, cambia, muere, lucha, triunfa, mata, baila en cada uno de los segundos que le corresponden tan sólo a una fracción del tiempo; cada uno de estos segundos son momentos en nuestra vida que se convierten en recuerdos, y en muchas ocasiones son momentos que el recuerdo no permite conservar, pues están grabados con dolor y sufrimiento.
Tlaxcala estaba considerado hasta hace poco, como uno de los estados más seguros de todo el país, por su tamaño, por su gente y por sus costumbres. De manera muy extraña, de la noche a la mañana, nuestro estado dejó a un lado la seguridad. Para convertirse también en un grande de la delincuencia y la corrupción.
Ahora ya no es Sinaloa, Sonora, Chihuahua o Tlaxcala, es todo el país. Es que está empapado de gente que ya no cree ni en su propia sombra, y le asusta tanto su reflejo que dispara a diestra y siniestra sin importarle nada. México debe quitarse esa cadena que nosotros mismo le hemos puesto, pero no podrá lograrlo, claro, sin nuestra misma ayuda.
Muchos jóvenes no estamos de acuerdo en cómo el Gobierno a veces hace uso de su poder; ¿por qué quieren callar nuestros gritos de libertad y justicia? ¿Cómo saber distinguir lo bueno de lo malo? Mis padres opinan lo básico, el gobierno disfraza sus fraudes y las noticias aparentan decir la verdad, realmente mucha porquería para poder procesarla fácilmente.
Quizá yo, prefiera disfrutar de una mágica mentira, que me permita seguir disfrutando en mi utópico mundo feliz, lamentablemente no puedo creer esa mentira ya que formo parte de ella, todos formamos parte de ella, nuestra sociedad es tan compleja y a la vez tan sumisa que todos quieren “tapar el sol con un dedo” para no darse cuenta de la verdad.
Y es que ya no sentimos ningún tipo de dolor cuando nuestro mejor amigo se mete algo al cuerpo, o cuando nuestro hermano llega hasta atrás a la mitad de la noche. Ni siquiera preguntamos quién más forma parte del juego. Sólo vemos jugar a nuestros hijos con armas de juguete, matándose entre ellos mismos y riendo de su propio dolor.
No esperemos a que sea demasiado tarde para salvarnos, pues si no actuamos rápido, aquel personaje que se equivoco y que corrigió la fecha del fin del mundo (en octubre) tendrá toda la razón; al llegar a ese momento todo lo bueno se acabará, y no falta mucho para eso…
Gobierno, tú que eres parte importante para el desarrollo de nuestra sociedad, deja por favor de limpiar la sangre con más sangre, escucha a tu pueblo que tiene buenas ideas y que no ha dejado de soñar con un mejor desarrollo social, político y económico.
No hables, sólo actúa. No lamentes, sólo levántate, pues tú eres el ejemplo más real que tiene nuestra sociedad, por lo tanto si tú obras mal, los demás también lo hace. No permitamos que la magia de creer que SI SE PUEDE se quede estancada en la sumisión y la indiferencia.