30 mayo, 2011
*Las cifras no son nada halagadoras
Uno de cada tres menores nacidos en territorio estatal carece de servicios médicos. Ese es el termómetro con el que el gobierno del estado está obligado a trabajar en materia de salud y no a justificar el despido de personal de esa institución.
Son lacerantes las cifras dadas a conocer a mitad de la semana pasada, en la que se deja en claro que, según cifras de 2008 del INEGI, alrededor de mil 700 infantes reportaron bajo peso en Tlaxcala, entidad que se ubicó entre los primeros lugares en este rubro a nivel nacional, después del Distrito Federal y Estado de México.
La luz de alerta se refleja con los resultados de la “Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica, Panorama Sociográfico de México. Principales Resultados”, pues según este estudio, en 2009 murieron 468 niños menores de quince años, producto de la falta de atención oportuna y eficiente de los servicios de salud.
La encuesta citada, que presenta otras cifras que merecen un análisis concienzudo, refleja la falta de atención que en los últimos años se dio al sector y corrobora lo dicho por este semanario: las cifras gubernamentales fueron maquilladas para justificar gastos dispendiosos, pero no para atender las necesidades de la población.
El problema está claro: en 2009, el 46.1% de los decesos de infantes menores de quince años que se suscitaron en Tlaxcala estuvieron relacionados con afecciones adquiridas en el periodo perinatal (es decir en las semanas previas al alumbramiento). Otro 21.6% de muertes se debieron a malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas.
Pero, definitivamente, donde la sociedad y el gobierno tienen que apuntar sus miras, es hacia el hecho de que uno de cada tres menores no son derechohabientes de ninguno de los sistemas de salud pública (Sesa, IMSS, ISSSTE, PEMEX, Sedena).
Y en este sentido se hace imprescindible que las instancias encargadas del servicio se den a la tarea de brindar cobertura a dicho segmento que, hasta el momento, se encuentra completamente desprotegido.
El otro aspecto que es urgente atender es que las instancias de salud en el estado, es el mejoramiento de los servicios que se brindan al 60 % restante de los niños tlaxcaltecas, ya que son los que cuentan con el Seguro Popular, de virtud de que la mitad de la niñez tlaxcalteca utiliza los servicios otorgados por la Secretaría de Salud.
Es cierto que las condiciones en que recibió la actual administración los servicios de salud fueron deplorables; es cierto que hay un déficit de medicamentos y médicos que permitan atender a toda la población solicitante; como también es cierto que en materia de infraestructura se requiere un largo camino por recorrer.
Pero recordemos que es innegable que frente a esos obstáculos, se requiera un poco de imaginación y un mucho de buena voluntad para revertir estas cifras que ubican a la entidad en una de las que prestan peores servicios de salud.
Por eso el llamado no sólo al gobernador Mariano González Zarur, sino al propio secretario de Salud, Jesús Fragoso Bernal, para que se concentren en la cobertura universal de los servicios médicos a la población para la cual sirven.
De nada nos sirve un secretario rijoso que trata de justificar sus pasiones y enconos. Más nos vale un funcionario que resuelva las grandes y graves carencias que acusa la entidad. Después de todo, los tlaxcaltecas no deseamos pleitos de lavaderos; ansiamos la solución a nuestros problemas más urgentes.