19 mayo, 2011
Por JAVIER CONDE GUTIÉRREZ
javierconde@indicemedia.com.mx
* Daniel Romero, cegado de poder
* Golpeteo en la CEDH
Anabell Ávalos, la incapaz
Lo que ocurrió el pasado martes, es una clara muestra de que la coordinación entre las instituciones policiacas y más aún de que la propia secretaria de gobierno, Anabell Ávallos Zempoalteca, es incapaz para responder en casos de emergencia y eso constituye un grave riesgo para Tlaxcala.
Cómo imaginar que en pleno zócalo un grupo de campesinos y adultos mayores –y que desde luego no eran todos participes- mantenían retenidos a dos trabajadores de la actual administración, entre ellos, a Gerónimo Olegario Atonal, director de la Policía Ministerial.
De esto también surge la pregunta ¿por qué este servidor público se encontraba en ese lugar tratando de negociar con los quejosos?… Dicen que Olegario Atonal recibió la orden de la procuradora General de Justicia, Alicia Fragoso Sánchez para trasladarse hasta ese lugar.
Otro punto que deja en duda, es que el cuerpo de antimotines ni siquiera estaba listo para actuar. En ninguna de las calles del centro de la capital estaban la fuerza pública y sólo permanecían policías vestidos de civiles entre la multitud, así como dos motobombas estacionadas a la altura de los portales.
Fui testigo presencial de cómo Olegario Atonal fue rescatado por elementos de la policía ministerial, que formaron sigilosamente un cerco para evitar que corriera con la misma suerte del agente de la subsecretaría de gobierno quien estuvo a punto de ser ahorcado en plena Plaza de la Constitución.
Los fotógrafos y camarógrafos de la prensa escrita y electrónica tomaron registro de cómo los policías ministeriales resguardando a su jefe inmediato buscaron refugiarse en la Academia de Policía, mientras que al agente de gobernación otros ministeriales lo ingresaron al ayuntamiento capitalino.
Cómo imaginar que ante un asunto delicado, los propios agentes de gobernación no estaban comunicando oportunamente a los mandos superiores de lo que estaba ocurriendo en la explanada del zócalo.
El miedo de los transeúntes fue evidente cuando una parvada de furiosos campesinos corrió hasta la academia, donde segundos antes los ministeriales tocaban desesperados a los policías estatales para que abrieran el portón y ante la negativa decidieron refugiarse en un hotel pegado a la base policiaca.
Sin duda esta acción puso en jaque al gobierno de Mariano González Zarur, que deberá analizar urgentemente la actuación de la propia secretaria de gobierno y de toda la estructura que se dedica a la inteligencia del estado, ya que el clima de incertidumbre sucumbió y parece no tener fin.
También llama la atención lo que el diputado perredista, Gelacio Montiel Fuentes confesó a reporteros en la Cámara de Diputados. Dijo que ese martes durante en una reunión privada el legislador panista, Justo Lozano Tovar, quiso hacer alarde de que la policía había golpeado a manifestantes.
Lo cierto, es que el grupo anti-motín no estaba listo para actuar, en el momento en que dos trabajadores estaban retenidos por los quejosos. Y queda en evidencia de que el cuñado del exgobernador Héctor Ortiz, no logró hacer mella con su protesta en el Congreso Local.
Pero eso sí, Lozano Tovar intenta impulsar una reforma para que todos las personas que tengan 60 años de edad, reciban un apoyo mensual por parte del gobierno del estado.
¿Por qué Ortiz no quiso impulsar dicha modificación a la ley cuando fue mandatario? ¿Por qué lo diputados panistas pretenden desestabilizar el estado? ¿De qué partida saldrán dichos recursos? ¿Mariano González tendrá la habilidad política para frenar esta iniciativa?
Las acusaciones de Mariano González Zarur apuntan directamente a Héctor Ortiz Ortiz quien está interesado en crear un clima de inestabilidad previo a las elecciones federales y desde luego desquitarse de aquel discurso que dictó el ganadero en su contra el pasado 15 de enero.
Y queda evidenciado que González Zarur carece de operadores políticos hábiles y que en lugar de prevenir problemas los engrandece. Pero lo que no tuvo madre es quien intentó quemar el portón principal de Palacio de Gobierno que guarda pasado histórico de la capital del estado, de Tlaxcala.
A Mariano González no le debe temblar la mano para que a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se detengan a los responsables de haber retenido, golpeado a dos trabajadores del gobierno y desde luego de haber atentado contra un bien de los tlaxcaltecas.
Daniel Romero, cegado de poder
Ni el gobernador del estado, Mariano González Zarur, puede bajar de su ladrillito al director del Hospital Infantil de Tlaxcala (HIT), Daniel Romero López, quien anda en un plan insoportable.
Este servidor público, cobijado bajo las nahuas de la presidenta municipal de Zacatelco, Blanca Águila Lima ha creado un clima de incertidumbre en dicho nosocomio. Ahora pretende despedir a más trabajadores del HIT y colocar a sus cuates.
Desgraciadamente no hay quien ponga quieto a este burócrata que ha logrado unir a casi todos los trabajadores del HIT, pero en su contra.
Basta recordarle al doctorcito que el HIT, es un Organismo Público Descentralizado (OPD) y que está creando un clima de inestabilidad en este hospital donde los perjudicados son los pacientes que nada tienen que ver en este asunto por demás denigrante. ¡Ya quítese el disfraz de Mr. Incredible!…
Golpeteo en la CEDH
De plano en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), algunos consejeros pretenden mover los hilos para seguir en el cargo, porque saben que gozan de privilegios y algunos visitadores andan en pleno golpeteo porque simplemente desean ser integrantes del próximo consejo.
Lo cierto es que varios consejeros andan promoviendo un jugoso bono que según ellos se han ganado meritoriamente y que podrían recibir también personal de confianza. ¿Y se quejan de que no hay dinero?
Así de sencillo hay un desorden por completo en dicha institución porque su presidenta en lugar de andar viendo los asuntos pendientes anda cabildeando su reelección con la diputada priísta, Lorena Cuéllar Cisneros.